Japón
A Márquez le van a sobrar puntos
Se queda a sólo seis del líder Bradl después de su séptima victoria
Marc Márquez tiene tanto talento que Emilio Alzamora, su maestro, no puede ni hablar de la emoción después de cada uno de sus triunfos y su padre se queda sin palabras cuando le preguntan por lo que siente tras una nueva exhibición de su hijo. Es tan bueno Marc que en su primer año en Moto2 ya ha ganado siete carreras, olvidando sus tres pifias en el comienzo del curso. Es tan valiente que ayer, al ver que no podía igualar los tiempos de los entrenamientos y escaparse, se peleó como el más veterano con un grupo de pilotos experimentados, que tuvieron que ceder ante el domino del «rookie». Tiene tanta calidad que, a pesar de que el líder sigue siendo el alemán Bradl, nadie duda en el «paddock» que Márquez será el próximo campeón del mundo de Moto2, sucediendo en el trono a Toni Elías.
Marc es la estrella del futuro, un genio sobre la moto que en cada cima que alcanza mejora lo que los más precoces hicieron antes. Hace unos meses, era un chico agobiado tras un salto de categoría, incapaz de dominar su nueva máquina y a 82 puntos de Bradl, que machacaba a todos sin piedad. La remontada empezó siendo una utopía, porque no parecía posible recortar tanto terreno, pero al final parece que le van a sobrar puntos y carreras. Con cuatro citas por disputar, la ventaja se ha quedado en unos ridículos seis puntos, después de la séptima victoria del curso y la tercera consecutiva. El todavía líder, que puede dejar de serlo en Japón dentro de dos semanas, ayudó con sus problemas de neumáticos a que el mordisco fuera muy grande y el objetivo aparezca al alcance mucho antes de lo que se podía pensar.
Cada día que pasa se le pone más cara de campeón al «pequeño» Márquez, al que todo el mundo se vuelve para mirarlo cuando se lo cruza por los circuitos. Si nada se tuerce, va a ser la nueva referencia y por eso el debate sobre la «obligación» de que salte a MotoGP inmediatamente se calienta por momentos. Gane o no el título, que parece que será que sí, su abrumadora superioridad hace pensar que otro año en el segundo nivel sería una pérdida de tiempo y que su aprendizaje en esta categoría está más que demostrado. Emilio Alzamora no quiere ni hablar del asunto, pero también es verdad que hace unos meses tampoco quería comentar las opciones de título de su pupilo, que ahora son todas las del mundo.
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