Más «colocados» al volante

El consumo de drogas en la población española, especialmente entre los jóvenes, se deja notar también ante el volante. Y es que, el 42,4 por ciento de los fallecidos en accidentes de tráfico en 2010 dio positivo en los análisis de alcohol o drogas en las pruebas forenses realizadas posteriormente, según el Informe del Instituto Nacional de Toxicología sobre víctimas de accidentes de tráfico, en el que se destaca frente a otros años una tendencia de aumento del consumo de drogas de diseño en las víctimas de accidentes.
De todas las personas que dieron positivo en las pruebas toxicológicas, el alcohol estaba presente al menos en un 73 por ciento, con tasas superiores a 0,3 gramos por litro de sangre. El límite en España es de 0,5 gramos por litro de sangre para los conductores experimentados y 0,3 gramos por litro de sangre para los noveles y los profesionales. Además, el 76,9 por ciento de estas personas que dieron positivo en las pruebas de alcohol superaba la tasa considerada delito por el Código Penal de 1,2 gramos por litro. Mientras, el 29,4 por ciento de los fallecidos por accidente de tráfico en 2010 dieron positivo en drogas y el 19,5 por ciento en psicofármacos, siendo la cocaína, el cannabis y las anfetaminas, por ese orden, las drogas que con más frecuencia aparecen al realizar el análisis toxicológico de los muertos en accidente de tráfico. Así, la cocaína aparece en el 47,6 por ciento de los positivos por droga; el cannabis en el 42%; y las anfetaminas en el 6,5 por ciento.
El estudio lo presentó ayer el director del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, Juan Luis Valverde, que señaló que la proporción de positivos de alcohol y droga se ha mantenido más o menos estable desde 2006, pero resaltó «un incremento» que «parece imparable» de presencia de psicofármacos, las llamadas drogas de diseño, que han aparecido en el mercado en los últimos años y que comienzan ha tener una «importancia» en las muertes de accidentes de tráfico. En este sentido, subrayó que en los análisis realizados a las víctimas de tráfico en 2010 se encontraron hasta 31 sustancias emergentes, con la consiguiente «dificultad de controlar» estos nuevos psicofármacos que en ocasiones se venden a través de internet y que están más presentes que en años anteriores detrás de los accidentes.