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Presos marroquíes toman como rehenes a cinco guardias en una cárcel

Los reclusos de la prisión de Zaki, en el localidad de Salé, en el noroeste de Marruecos, han tomado este martes como rehenes a cinco guardias durante el segundo día de disturbios en este centro penitenciario, según ha informado la agencia de noticias oficial MAP y un portal informativo independiente.

Los presos islamistas que se han rebelado en la cárcel de Zaki tienen quejas sobre torturas, juicios injustos y tratamientos arbitrarios y reclamación su liberación o una revisión inmediata de sus caso.

El Gobierno ya les ha respondido que todos ellos tuvieron un juicio justo y que han sido tratados siempre de acuerdo con la ley. "Los reclusos utilizaron barras de hierro y piedras para atacar a los guardias", ha asegurado la agencia MAP.

Las autoridades de la prisión de Salé se vieron obligadas ayer a emplear gas lacrimógeno y porras para reprimir la protesta organizada por unos 300 presos islamistas que, en su mayoría, cumplen condena por planear atentados terroristas o apoyar la violencia.

Los enfrentamientos que se registraron el lunes como consecuencia de la protesta acabaron con 39 heridos, de los cuales 19 son miembros de las fuerzas de seguridad y cinco son guardias del centro penitenciario, según ha informado la televisión estatal.

Los disturbios registrados en el centro penitenciario de Salé, liderados por un grupo islamista salafista yihadista, están relacionados con las demandas de reformas democráticas en Marruecos. Las protestas en las calles organizadas por el movimiento antigubernamental 20 de febrero también han actuado como cauce de las denuncias de los prisioneros sobre casos de torturas, frecuentemente documentadas en entrevistas grabadas con teléfonos móviles desde el interior de las celdas y difundidas por Internet.

Algunos de los reclusos de la cárcel de Salé fueron arrestados tras el atentado terrorista con bomba perpetrado en Casablanca en 2003, que acabó con la vida de 45 personas, mientras que otros internos fueron detenidos bajo la acusación de formar parte de células islamistas que planeaban cometer atentados.

Los activistas de Derechos Humanos han culpado a las autoridades de haber provocado los disturbios en la prisión de Zaki por intentar sacar del centro penitenciario a los prisioneros más problemáticos y por haber confiscado los móviles con cámara que tenían algunos reclusos.

El portal informativo 'Goud.ma', que suele estar bien informado en temas de seguridad, ha explicado que las fuerzas de seguridad dispararon ayer pelotas de gomas para poner fin a la protesta en la prisión de Salé.

Por su parte, el portal de noticias independiente 'Lakome.ma' ha exhibido fotografías de un preso con una herida supuestamente provocada por una pelota de goma en la parte posterior del cuello. Este medio de comunicación digital también ha difundido vídeos que muestran a al menos ocho presos de cárceles de Tánger y Kenitra con sogas al cuello amenazando con suicidarse.

El rey Mohamed VI anunció el pasado mes de mayo la liberación de unos 100 presos, en su mayoría miembros de un grupo salafista yihadista. La medida de gracia del monarca podría ser el preludio, según los grupos de Derechos Humanos, de una revisión de los casos de prisioneros políticos.