La venta de la píldora del día después se dispara en verano

MADRID- Acaban de cumplirse dos años desde que el Gobierno decidiera que lo mejor para evitar embarazos era distribuir sin receta médica la píldora del día después. La ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y la entonces titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, anunciaron la medida como una forma ya ensayada en países como Estados Unidos, que facilitaría el acceso a un fármaco «de emergencia». Entonces, ambas negaron que la libertad para acceder a este «plan b» de los anticonceptivos fuera a disparar la demanda y que se fuera a convertir en un método habitual para prevenir embarazos. Sólo unos meses más tarde, los datos de ventas les quitaron la razón. Las ministras lo justificaron: si sube la demanda será porque hacía falta. Dos años después, los mismos datos confirman que la píldora del día después es ya un anticonceptivo habitual.

Así lo muestran las 2.231 pastillas que se dispensaron cada día en España durante el pasado mes de agosto, el último del que existen datos. En el último año, los farmacéuticos han vendido más de 746.000 unidades de este compuesto (un cóctel de hormonas para evitar el embarazo después de una relación sexual de riesgo), que generó una facturación de más de 14,2 millones de euros. Son datos recopilados por IMS Health, la consultora líder en el sector farmacéutico.

Amplia oferta
En los últimos dos años también ha aumentado el número de presentaciones del medicamento, que se introdujo en España hace ya una década. En la actualidad hay tres productos disponibles en el mercado –Norlevo, Postinor y Ellaone, también llamada la «píldora de los cinco días después»– y todos han tenido una demanda sostenida desde septiembre del último año, pero con una clara tendencia al alza, pues mientras que en los primeros meses no superaban las 60.000 unidades, después de diciembre no han bajado de esta cantidad.

Los gráficos de ventas también indican algunos «picos» en los que la dispensación de las tres píldoras aumenta de manera significativa. En el último año, éstos momentos de mayor demanda coincidieron con los períodos vacacionales. Así, diciembre fue el mes con más ventas, pues se dispensaron más de 70.000 unidades, cuando la media está en torno a las 60.000. En los meses de verano también se dispararon las peticiones del anticonceptivo «de emergencia» en las farmacias españolas: entre julio y agosto se distribuyeron sin receta casi 137.000 pastillas. El siguiente mes con más demanda fue abril, que este año coincidió con la Semana Santa, con más de 63.300 unidades vendidas.

El hecho de que en vacaciones se dispare la demanda demuestra, para José María Laílla, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), que «no se le da un uso de emergencia, porque una urgencia aparece en cualquier momento, no sólo en verano o en Navidad». Por el contrario, el presidente de los ginecólogos cree que «se ha convertido en un anticonceptivo más».

«En verano la gente es más extrovertida»
Los expertos dan explicaciones diversas para el aumento de ventas de la píldora del día después en vacaciones. Si para la Sociedad de Ginecología supone que se emplea como un método más, para Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Fundación Española de Contracepción (un órgano que defiende desde hace años la libre dispensación), sólo significa que «en verano la gente se hace más extrovertida y, por tanto, es más fácil practicar sexo sin protección».