Barcelona
Bibliotecas de autor por Víctor Fernández
Hace años encontré un libro fascinante. Un periodista y un fotógrafo se habían marcado como objetivo visitar las casas de una serie de escritores ya fallecidos, como Moravia, Cocteau, Hemingway o Thomas. Aquellos viejos hogares, ya habitados por los fantasmas de sus ocupantes, debían conservar también la biblioteca de sus propietarios. Resulta una delicia poder hacer de «voyeur» y poder espiar en estanterías, descubriendo qué se leía y tratando de adivinar cómo llegó ese ejemplar a esa casa.
Explico esto porque por estos parajes a veces uno se lleva sorpresas. Hace poco me ofrecieron un ejemplar de un homenaje a Lorca, realizado por varios artistas en 1998, con un precio de 180 euros. Lo más curioso de la obra es que estaba dedicada por su editor a Joan Brossa y a su compañera Pepa Llopis. No lo compré, pero sospeché que el hecho que hiciera poco del fallecimiento de la viuda de Brossa algo debía tener que ver con la venta.
Pero no es un caso aislado. Existe un librero de viejo en Barcelona que vende actualmente ejemplares de la biblioteca de Jordi Sarsanedas, algunos de ellos piezas muy raras en la bibliografía de la literatura catalana. ¿Por qué no ha acabado en un lugar como la Biblioteca de Cataluña?
También me resulta llamativo encontrar en el catálogo de otro librero de viejo barcelonés algunos títulos con dedicatorias a Juan Eduardo Cirlot, a quien se rinde justo homenaje estos días en el Centre d'Art Santa Mònica. El mismo establecimiento ofrece algunos libros procedentes de la biblioteca personal de un muy reconocido escritor de esta ciudad en activo.
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