Londres

El G-20 incapaz de atajar la «guerra de divisas» y la nueva bipolarización

Se aplaza para 2011 cualquier medida sobre las balanzas comerciales y las devaluaciones competitivas.

El G20 urge a los países a «abstenerse» de hacer devaluaciones competitivas
El G20 urge a los países a «abstenerse» de hacer devaluaciones competitivaslarazon

Mientras los líderes europeos aún temblaban por la última crisis de deuda soberana, los equipos negociadores de Estados Unidos, China, Brasil e India tenían tiempo para podar a su antojo las ramas de la declaración final del G20 de Seúl. Los líderes mundiales alcanzaron compromisos genéricos para evitar las devaluaciones competitivas y reducir los desequilibrios mundiales, pero aplazaron hasta 2011 la tarea de identificar las distorsiones que provoca cada país, es decir, poner nombre y apellidos a los culpables. Pero es que China, en primer lugar, y los países emergentes no están dispuestos a que ahora se limite su «poder» de crecimiento mientras otros aún boquean para salir débilmente de la recesión. Y EE UU, en el otro extremo, herido por la devaluación del yuan chino, reivindica su derecho a enchufar la máquina de los dólares para fortalecer su economía. Por ello, la Declaración final del G20 se compromete a «asegurar una recuperación sostenida y sostenible e incrementar la estabilidad de los mercados financieros, en particular avanzando hacia tipos de cambio más determinados por el mercado, incrementando su flexibilidad para reflejar los fundamentos económicos subyacentes y absteniéndose de adoptar devaluaciones competitivas». Por otra parte, creará en 2011 unas «guías indicativas» que medirán el nivel de desequilibrio en las balanzas por cuenta corriente de los países. Si esas guías determinan que el desequilibrio llega a niveles peligrosos los países tendrían que tomar medidas. El Fondo Monetario Internacional se apoyará en la vigilancia de estos indicadores. Inicialmente, EEUU había querido que se estableciera un límite numérico, del 4%, para los superávit y déficit por cuenta corriente, una propuesta que quedó rápidamente abandonada. El anfitrión de la cumbre, el presidente surcoreano Lee Myung-bak, explicó ayer que con estos acuerdos se han logrado «resultados significativos y dado un paso más con respecto a las cuatro cumbre anteriores» del G20, tras Washington, Londres, Pittsburg (EEUU) y Toronto (Canadá). En algún momento, el intenso cruce dialéctico entre los países hizo temer que se rompería la unidad del G20, pero ahora «la cumbre ha demostrado (que permanece) el espíritu de cooperación internacional del G20». Sin embargo, una vez pasada la situación más crítica de la crisis financiera mundial, no existe la amenaza de una recesión mundial ni, por tanto, la urgencia de tomar decisiones obligadas. «Esta es la primera cumbre de la segunda fase del G20», explicó al respecto el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn. «En las primeras cumbres, había que tomar decisiones obligadas para afrontar la crisis, pero ahora se apela a la voluntariedad de los países, a la cooperación, y eso es mucho más difícil». De hecho, Obama y Hu Jintao salieron airosos de Seúl y podrán continuar con sus políticas legítimamente «egoístas» en la nueva pugna por el liderazgo económico mundial.

Por último, el presidente francés Nicolas Sarkozy anunció que el G-20 ha encomendado a la presidencia francesa la tarea de establecer, preferiblemente a mediados de 2011, los criterios para determinar déficit excesivos.


Los principales puntos de la declaración final
- Desequilibrios
Los miembros del G20 reconocen que aún hay riesgos y se muestran determinantes para «no caer en el proteccionismo» como forma de proteger la recuperación y «proseguir por el camino del crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado».
- Divisas
A falta de una solución más coordinada y contundente al problema, «las economías avanzadas estarán atentas frente a la volatilidad excesiva y movimientos bruscos de los tipos de cambio» para «mitigar el riesgo de una excesiva volatilidad de flujos de capital».
- Regulación financiera
Se adoptan nuevos requisitos de capitalización para la banca. Además, se establece un marco regulador adicional para que los bancos considerados de gran importancia para el sistema financiero mundial puedan hacer frente a un escenario de crisis.


Los líderes mundiales consolidan sus alianzas
Los líderes del G-20 aprovecharon ayer corrillos y reuniones para estrechar sus lazos y consolidar alianzas estratégicas en el nuevo escenario internacional polarizado por la pugna entre EE UU y China. Sarkozy charló efusivamente con Hu Jintao; Berlusconi hizo migas con el ruso Medvedev, mientras Merkel y Obama mantuvieron una reunión bilateral en toda regla. José Luis Rodríguez Zapatero saludó, entre otros líderes mundiales, al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.