Fuga masiva en un campamento de inmigrantes magrebíes de Italia

Roma- La chapuza continúa. Primero el Gobierno italiano ha permitido que Lampedusa estuviese a punto de estallar por su incapacidad para reaccionar durante más de dos meses a los 18.000 inmigrantes que han llegado a esta pequeña isla, en la que los indocumentados, la mayoría tunecinos, están sufriendo una situación peor a la de un campamento de refugiados. Y ahora que por fin empieza a trasladar a los magrebíes a otras regiones, decide ubicarlos en centros con apenas vigilancia de los que se escapan sin problema.

Es lo que hicieron ayer alrededor de 400 inmigrantes que acababan de llegar desde Lampedusa al campamento levantado en Manduria, en la región sureña de Puglia. Sólo tuvieron que saltar la valla de alrededor de dos metros que cerraba el recinto para correr libres por Europa. Luego la mayoría de ellos se dirigió a la estación más cercana y tomó al asalto el primer tren que salía hacia el norte. «Tengo un sueño. Quiero ir a Francia», decía uno de ellos. Alguno de los huidos fue localizado y devuelto al campamento por la Policía, que aseguró haber reforzado los controles para evitar más fugas.

Para atajar el problema, Berlusconi viajará el próximo lunes a Túnez. Pedirá al nuevo Gobierno que impida el éxodo de inmigrantes y acepte las repatriaciones masivas.