Barcelona

Blanco vuelve a dejar sin fecha la llegada al AVE a Castellón

El ministro confirma que la alta velocidad a Castellón quedará afectada por el plan de ajuste del Gobierno.

El ministro Blanco en el Congreso de los Diputados
El ministro Blanco en el Congreso de los Diputadoslarazon

Valencia/ Madrid- El pasado mes de abril el ministro de Fomento, José Blanco, ponía fecha a la llegada del AVE a Castellón. Dos meses más tarde ha pisado el freno. Blanco compareció ayer en el Congreso de los Diputados y realizó las primeras concreciones sobre qué obras quedan afectadas por los recortes presupuestarios. Confirmó el AVE Madrid- Valencia y el Madrid- Alicante, que llegarán en 2010 y en 2012, respectivamente. Sin embargo, no dijo ni una palabra de Castellón.Con estas palabras se confirman los temores de la Generalitat, que ve como el proyecto de AVE en la Comunitat se queda a medias. De hecho, el conseller de Infraestructuras, Mario Flores, exigió ayer al ministro que aclare este asunto de una vez por todas y deje de jugar con los intereses de los valencianos. El ministro aseguró que el Ejecutivo va a intentar mantener toda la inversión prevista y el ferrocarril es la prioridad del Gobierno en todas sus vertientes, la alta velocidad, la red de Cercanías y el transporte de mercancías. Explicó que intentará que las primeras licitaciones de obra pública correspondiente al Plan Extraordinario de Infraestructuras comiencen antes del verano. Este programa cuenta con un presupuesto de 17.000 millones de euros, que se invertirán durante los dos próximos años.En este plan se incluyen los accesos ferroviarios de los puertos de Barcelona, Algeciras, Galicia y Castellón. Blanco incidió en que el plan de ajuste obliga a que se replanteen las decisiones ya tomadas y revisen miles de contratos, por lo que alguna previsión queda aplazada, pero «no demorada».Insistió en que España ha realizado una planificación de obras públicas por encima de sus posibilidades, por lo que ahora se tiene la responsabilidad de optimizar las infraestructuras y se van a introducir criterios de «racionalidad y eficiencia». Reconoció que el Gobierno se siente ahora prisionero de las obras ya iniciadas.