Sin cobertura: las telecomunicaciones sufrirán un apagón en 2013

Ya es una realidad tangible que sin internet en el móvil resulta complicado vivir. Quien ha probado un smartphone lo sabe. Y ya no se trata de tener sólo cobertura para llamar sino 3G para poder recibir y enviar los datos. Esto ha supuesto que la demanda inalámbrica se haya visto incrementada en los últimos años. Unos pocos datos reflejan esta realidad: en 2007, 95 países ofrecían este servicio y el año pasado la cifra ya ascendía a 143 estados. La consultora Gartner sostiene que en el segundo trimestre de 2011 las ventas de terminales creció un 74 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, esto supone que la cuarta parte de los teléfonos móviles vendidos en todo el mundo fueron dispositivos inteligentes. En línea con estos datos, la International Telecommunication Union indica que los servicios de 3G han crecido de forma significativa: desde los 72 millones de usuarios existentes en 2005 se han alcanzado los 940 millones en 2010.

Por ello y por el interés que despierta, la Universidad de California en San Diego (EE UU) ha elaborado un estudio un tanto agorero que expone que el sistema actual de telecomunicaciones podría sufrir un colapso en unos dos años, en 2013, como apunta la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de EE UU. «Wireless Point of Disconect» recoge un análisis de la situación del incremento del tráfico de datos que ha generado un uso más masivo de terminales con acceso remoto a internet: portátiles, tabletas, móviles... Pese a que se centran en la situación estadounidense, los resultados pueden exportarse a todo el mundo, ya que la situación es la misma en el resto del planeta.

Así, a principios de año la comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, pedía más inversión a las operadoras de telefonía móvil y al conjunto del sector y anunciaba que la UE ya tiene lista la ampliación del espectro para que se puedan dar más servicios a los ciudadanos en un régimen de más competencia. Lo que significaría un incremento de las infraestructuras, que es lo que demanda el trabajo como solución al colapso.

Roger Bohn, director del Centro de Información Mundial de la Industria, comenta que «existe un gran debate acerca de los problemas de oferta y demanda de la banda ancha de internet, pero pronto se trasladará a las comunicaciones inalámbricas. Este informe muestra por qué los futuros sistemas inalámbricos requieren ajustes, de una u otra clase».

Michael Kleeman, autor del informe, apunta que el aumento de tráfico de datos derivados de la visión de vídeos on-line, la descarga de aplicaciones, películas, documentos... Las llamadas ya no duran minutos, sino horas y a esto hay que sumar las videoconferencias, no sólo restringidas a los despachos, sino al alcance de cualquier usuarios con dispositivo preparado para ello. Hasta ahora la capacidad del espectro del hercio, en pleno desarrollo del 3G, es de millones de bits por segundo en un canal de radio y alcanzará los cien millones con la llegada incipiente del 4G.

Soluciones
Como conclusión el informe destaca tres estrategias para hacer frente a esta «desconexión». Primero, un factor clave que limita es el espectro, y el aumento y la optimización del espectro disponible son medios eficaces para aumentar la capacidad de la red. Sin embargo, muchas de las soluciones públicas llevará más de una década ponerlas en práctica. Además, las compañías necesitarán desarrollar protocolos de clasificación y priorización cada vez más sofisticados para gestionar el tráfico. Por último, la industria debería invertir en más infraestructuras, incluyendo las torres de móviles y los cables de retroalimentación. Desde la UE, han adoptado medidas para que a corto plazo llegue el internet ultrarrápido y aunque todavía hay incertidumbre sobre cómo asumirán las inversiones necesarias. 

Tecnología móvil
1961: Apenas se realizaban más de una docena de llamadas en el mismo instante.

1964: Llegaban los primero teléfonos con un dial o rueda para realizar las llamadas sin la intervención de operadoras

1984: Aterrizan en el mercado los primeros móviles (la 1G, o primera generación), para poder afrontar este nuevo reto se instalan nuevas antenas de telefonía. Aún son intraestructuras rudimentarias.

1991: Con la llegada del 2G se incrementa la capacidad de la red (había que asumir el envío de datos a través de SMS) y se mejora la calidad de voz.

2000: Aumenta de forma significativa el tráfico de datos y de voz con el 3G y se incrementa la capacidad de las redes.

Presente: Muchos de los usuarios ya disfrutan del 4G o LTE, hay que mejorar las infraestructuras para permitir una navegación de datos más fluida y rápida.