Lorca

Jódar afirma que los daños de las inundaciones en Lorca superarán los 100 millones

El alcalde defiende que esta catástrofe, al igual que los seísmos del 11 de mayo, «es una cuestión de Estado»

Imagen de los campos anegados por la riada en el municipio de Puerto Lumbreras
Imagen de los campos anegados por la riada en el municipio de Puerto Lumbreraslarazon

MURCIA- El alcalde de Lorca, Francisco Jódar afirmó ayer que la valoración de daños por las inundaciones, que aún se encuentra en una fase muy inicial, superará «ampliamente» la cifra de cien millones de euros. Jódar enumeró algunos de los daños ya contrastados, entre los que citó 300 viviendas gravemente afectadas en la zona de huerta y 260 granjas de porcino y rumiantes con «daños severos», la mayor parte de ellas de ganado caprino.

En los seis días transcurridos tras las inundaciones han sido retiradas más de 200 toneladas de animales muertos de las granjas, una tarea que está prácticamente finalizada y que ha logrado evitar «un problema sanitario» que preocupaba especialmente al Consistorio. Unas 10.000 hectáreas de tierras de labor «están gravemente afectadas» especialmente en las pedanías donde confluyeron las aguas de escorrentía sin salida de las ramblas de Béjar, Biznaga, Torrecilla y Nogalte. Los mayores daños se concentran en las pedanías de La Escucha, Altobordo y Campillo, que suponen «el núcleo duro» de los daños por la catástrofe natural. En el capítulo de infraestructuras Jódar destacó que 260 kilómetros de caminos y carreteras vecinales están casi borrados del mapa, lo que supone que un 20 por ciento de la red viaria del municipio ha resultado afectada. Sobre las carreteras rurales dijo que unos 130 kilómetros habrá que reponerlos «en su totalidad», mientras que el otro 50 por ciento exigirá «reparaciones muy fuertes», puntualizó el alcalde. El ayuntamiento también trabaja en la evaluación de pérdidas y daños en bajos comerciales, sótanos y locales de negocio en el centro de la ciudad y en las afecciones al sector industrial en los tres polígonos del municipio, que ayer visitó el alcalde.

A su vez, Jódar expresó que «la mayor preocupación» de los afectados por las inundaciones del viernes «son las ayudas» y opinó al respecto que esta catástrofe, como los terremotos que devastaron la ciudad en 2011, es «una cuestión de Estado». Jódar explicó que «nuestra preocupación es que haya medios económicos para que lleguen las ayudas en estos momentos que tanto las necesitamos» teniendo en cuenta «la situación de la economía del Estado con la crisis». Jódar insistió en que le preocupa de forma particular la situación de los agricultores y los ganaderos del municipio, directamente damnificados por las riadas, «pero también la del comercio y la hostelería que se verán seriamente afectados por los problemas económicos que las inundaciones han provocado en la huerta». Por eso consideró que con Lorca habrá que tener «una consideración especial» porque, aunque la gota fría ha afectado a tres comunidades autónomas, «en esta ciudad ya estábamos inmersos en otra catástrofe anterior», que es la de los terremotos de mayo del año pasado que provocaron daños por 1.200 millones de euros. Añadió que «por los datos que estamos recabando en la zona de Lorca será el lugar que arroje las cifras de máxima afección por las inundaciones» de toda España, y opinó que «tiene que venir un régimen de ayudas que tenga en cuenta que estamos doblemente afectados» por catástrofes naturales. Respecto a las ayudas que el Gobierno central anunció que solicitará a la Unión Europea, Jódar manifestó que «deben ir más allá» de las que se pueden solicitar al Fondo de Solidaridad para el pago de una parte de los gastos de emergencia y reclamó que se recurra a vías de financiación europea «para reponer los daños en la economía de los lugares afectados por catástrofes».

Por otro lado, un operativo compuesto por más de 200 personas, entre agentes de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, voluntarios y servicios técnicos y de limpieza, trabajaron ayer a destajo en Puerto Lumbreras, por quinto día consecutivo, para intentar devolver la normalidad al municipio, tras las inundaciones en las que murieron tres personas de una misma familia. El alcalde del municipio, Pedro Antonio Sánchez, señaló que unas 6.000 hectáreas de regadío y tierras de labor resultaron afectadas por la fuerza del agua y 800 hectáreas de núcleos rurales siguen aisladas por el agua. La red principal de abastecimiento de la Comunidad de Regantes está afectada en su totalidad, más de 20 kilómetros de tuberías principales y más de 30 kilómetros de ramales, y la red de regadío de Caño y Balsa está afectada al 90 por ciento. Unos 900 comuneros de la Comunidad de Regantes han perdido su regadío, lo que generará «un problema económico importante porque si no se puede plantar subirán las cifras de desempleo en Puerto Lumbreras», dijo el alcalde. «Si no ponemos en marcha el regadío a cortísimo plazo», añadió Sánchez, «podríamos llegar a unos 2.000 puestos de trabajo perdidos solo en plantaciones y en las 70 empresas agrícolas afectadas». Además, unas 200 granjas están gravemente afectadas y se estiman que han sido recuperados unos 500 cadáveres de animales que perecieron ahogados en las explotaciones. Más de 3.000 personas de tres pedanías estuvieron sin suministro eléctrico a consecuencia de las inundaciones, aunque el servicio ya ha sido restablecido en casi toda la localidad, para ello ha sido preciso sustituir 25 kilómetros de líneas eléctricas de media y baja tensión. Según dijo el alcalde, ya se ha conseguido acceder a casi la totalidad de la treintena de viviendas que hasta anteayer permanecían aisladas a consecuencia de los arrastres de fango, aunque algunas siguen siendo inaccesibles.