Prevenir mejor que curar por Ana PASTOR

Acabamos de conocer los datos del informe anual sobre salud que publican conjuntamente la OCDE y la Comisión Europea. España es el tercer país con mayor esperanza de vida, (84,1 años para las mujeres y 77,5 para los hombres) sólo nos superan Francia y Suiza. Somos el cuarto país en Europa con la menor tasa de mortalidad por insuficiencia cardiaca. En cáncer, España se sitúa en la media de la Unión Europea con una tasa de 310 casos anuales nuevos por 100.000 habitantes en varones y 187 en el caso de las mujeres. Estos datos son muy alentadores y reflejan sin ninguna duda lo mucho que hemos avanzado y el impacto que en ello también ha tenido, la mejora de los servicios sanitarios –excelentes profesionales, mejor accesibilidad, buena calidad asistencial, prevención y diagnostico temprano...–.

Sin embargo, el informe contiene datos que nos deben no sólo preocupar sino servir para cambiar algunos aspectos claves en nuestras Políticas Públicas y especialmente nuestra Política Sanitaria. Fíjense que datos: solo un 27 por ciento de las niñas españolas de 15 años come una pieza de fruta al día, frente al 34 por ciento de la UE y en el caso de los niños solo el 24 por ciento. El 17 por ciento de nuestros jóvenes de entre 11 y 15 años tienen sobrepeso, frente al 13,3 por ciento de la media europea. Lamentablemente hemos pasado de un 7 por ciento de jóvenes obesos en el año 1987 a los datos actuales. En cuanto a la incidencia del tabaquismo tampoco salimos bien parados: en el año 2008 –que es el año del estudio– un 26,4 por ciento de los adultos fumaba. El informe refleja también que el español consume de media 11,7 litros de alcohol al año. La realidad es testaruda y los datos aún más. Sobrepeso, tabaco y alcohol son factores de riesgo que podemos y debemos evitar.

Fomentar hábitos de vida saludables es una tarea de todos: familia, escuela, sistema sanitario… Destinar una cuarta parte del presupuesto sanitario a Salud Pública, educación sanitaria, promoción de la salud y prevención es una tarea inexcusable como lo es, sin duda, que la Atención Primaria tenga en el futuro un mayor peso en el conjunto del Sistema si queremos vivir más y llegar a mayores con buena salud.