África

Londres

La gran acampada

A falta de hotel, buena es una tienda de campaña. Con la oferta hotelera casi al completo –sólo faltan 45 días para el enlace del hijo de mayor de Lady Di con Kate Middleton–, el ayuntamiento del distrito de Clapham, al sur de la ciudad, ha decidido improvisar una solución para que nadie, absolutamente nadie, se pierda tan magno evento

posición de la zona de acampada en clapham common
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Así, ha habilitado la zona verde de Clapham Common para que se convierta en el «Camp Royale». Más de 10.000 personas podrán plantar su tienda y estar presentes en la boda del año en vaqueros y zapatillas, aunque seguro que más de uno meterá en su petate un traje de gala para, como buen inglés, ser correcto durante el evento.

Y cómo no, otra tradición no podrá faltar ese día. A los asistentes se les servirá té de manera gratuita mientras contemplan al príncipe y a la que ya se habrá convertido en princesa a través de una pantalla gigante.

El precio por acampar allí durante las tres noches en que estará habilitado para acoger a los visitantes –del jueves 28 de abril al domingo 1 de mayo– es de 75 libras (87 euros), según indicó el Ayuntamiento. Algo caro para tener que dormir en el suelo rodeado de insectos, pero es que por este precio se puede además participar en actividades lúdicas como concursos para elegir a los mejor vestidos o las tiendas de campaña mejor decoradas. Ya se han encargado miles de banderitas británicas y otros adornos festivos para engalanar el parque.

La peor parte, ir al baño. Para tales efectos se habilitarán retretes y duchas, se supone que los suficientes para las diez mil personas. Pero, además, han pensado en dividir el parque en zonas diferenciadas: una para familias, otra para jóvenes, una más tranquila y una última para grupos de más de 12 personas.

«Glamping»

Y si alguien pudiera pensar que un camping es lo menos glamouroso del mundo se equivoca. «Glamping»: así han denominado al área que acogerá distintas tiendas de lujo bien amuebladas. Merchandising de alto estanding. La empresa de transporte National Express además fletará autocares desde 35 puntos del Reino Unido para que todos los británicos tengan oportunidad de asistir en Londres a la boda real.

A Guillermo y a Kate les hará gracia la idea, habida cuenta de que el príncipe pidió la mano a su futura esposa con el consabido anillo de Lady Di, no en una tienda de campaña, pero sí en una cabaña de los bosques de Rutundo, en Kenia, cerca al lago Rutundo en el segundo pico más alto de África.

La que no será un chamizo será la gran casa que ambos compartirán en el norte de Gales tras convertirse en marido y mujer. Según informó «Radaronline», la pareja ha escogido al diseñador de Beverly Hills Kenneth Bordewick para lavar la cara a la casa con un estilo «moderno». Y es que el diseñador mantiene contacto con la familia real. «Jugué al polo contra el príncipe Carlos hace años y nos hicimos amigos. Él me pidió diseñar la biblioteca en Clarence House cuando la heredó de su abuela», aseguró. Bordewick también ha trabajado para Paul McCartney, el desaparecido Michael Jackson y Mariah Carey.