Nueva York
Obsesionado por una traición padre-hijo de «proporciones bíblicas»
La presión fue muy fuerte para Mark Madoff. El mayor de los dos hijos del estafador más importante de los últimos años puso fin a dos años de torturas psicológicas derivadas del encarcelamiento de su padre, una traición pedre-hijo de «proporciones bíblicas».
Madrid- La montaña financiera del magnate, nacida del fraude, comenzó a desmoronarse la noche del 10 de diciembre de 2008. Bernard confesó a sus dos hijos el fraude cometido.
Andrew, el pequeño, se echó a llorar tendido en el suelo de la cocina cuando se enteró, pero Mark se enfadó terriblemente.
Tras la discusión que siguió a la confesión, Mark y su hermano Andrew denunciaron a su padre y a la mañana siguiente, éste fue detenido en el lujoso apartamento familiar de Nueva York.
Con el tiempo, Mark se obsesionó con la trama y se convirtió en un tenaz investigador que escribia en su blog todo lo que iba sabiendo del caso. En cambio, el más joven de los dos hermanos optó por distanciarse del asunto.
Mark llevaba cada vez peor la llegada del aniversario de la detención y temía que se presentaran cargos penales contra él, aunque realmente sólo había pendientes demandas civiles que le reclamaban la devolución de decenas de millones de dólares.
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