Pueblos pequeños en peligro

VALENCIA- La amenaza de la despoblación sobrevuela de nuevo en muchos municipios de interior de la Comunitat Valenciana. Desde los años 60, localidades como Chóvar, Cortes de Arenoso o Lucena del Cid han visto cómo el número de vecinos caía en picado. Esta línea descendiente se frenó hace una década, cuando España era uno de los países favoritos para la inmigración. Ésta suavizó el éxodo rural y además contribuyó a rejuvenecer notablemente la población.
Ahora debido a la crisis económica, muchos de estos ciudadanos extranjeros vuelven a sus países de origen, por lo que el futuro de estas comarcas vuelve a estar en el aire.
Según el último informe del Observatorio Valenciano de Inmigración (OVIM), dependiente de la Conselleria de Justicia y Bienestar Social, a medio plazo el acceso a determinados servicios como la sanidad, la educación o la asistencia social podría dificultarse. Y es que, la sostenibilidad de las regiones de interior está condicionada por la llegada de ciudadanos en edad de trabajar.
Tal y como se desprende de los datos del centro, las comarcas más amenazadas son las del interior de la provincia de Castellón. Así, más del treinta por ciento de su población autóctona es potencialmente inactiva -tiene más de 65 años o menos de 16-. De la inmigrante, sólo lo es cerca del 2 por ciento. Entre el año 2001 y el 2011, se produjo en esta zona un claro proceso de rejuvenecimiento, ya que el peso de los mayores se redujo en una media de tres puntos porcentuales. Sin embargo, pese a que la población extranjera se ha multiplicado hasta por seis, 36 pueblos han visto como sus vecinos emigraban a zonas urbanas.
La población de las comarcas alejadas de la ciudad de Valencia también está vinculada al fenómeno migratorio, aunque menos que en el norte. Destaca el Rincón de Ademuz, donde más del 40 por ciento de los habitantes no están en edad de trabajar.
En Alicante, el proceso de rejuvenecimiento ha sido «inapreciable», puesto que la inmigración en esta zona no es laboral.

EJEMPLO
1/ Pueblo «tipo»
La comarca de Els Ports, en la provincia de Castellón, es una de las más expuestas a la despoblación. A pesar de que la inmigración en la zona ha crecido exponencialmente (un 1.022 por ciento desde el año 2001), la población total ha disminuido. No obstante, sí se ha rejuvenecido, concretamente en seis puntos.
Entre los extranjeros, destacan los rumanos, que suponen ya el 10,9 por ciento de los ciudadanos.