España

Duelo de guitarras a la luz de la luna

El ciclo flamenco de los Jardines de Sabatini une a Enrique de Melchor y a Gerardo Núñez

De Melchor (izda.) y Núñez, ayer frente al Palacio Real
De Melchor (izda.) y Núñez, ayer frente al Palacio Reallarazon

Rivalizarán en giras internacionales, pero a la hora de las cañas no pueden llevarse mejor. Será las veces que se han cruzado en los aeropuertos, pues si alguien sabe de vuelos largos son los flamencos. A Enrique de Melchor le cuesta tan poco soltar una carcajada como desenfundar la guitarra. Gerardo Núñez tiende a la gravedad, también cuando se pulsa el «off» de la grabadora. Las visiones del flamencos que mostrarán sobre el tablao de Sabatini también serán muy diferentes, aunque ambos tienen el mismo empeño por reivindicar la guitarra como un pilar de lo jondo, tan fundamental como el cante y el baile.

-A Enrique de Melchor le toca mañana y a Gerardo Núñez el martes, ¿qué han preparado?
-Enrique de Melchor: No vamos a hacer un espectáculo, tocaré la guitarra, que es lo que me toca. Tengo de invitado a Rafael Riqueni, que tocará un par de números.
-Gerardo Núñez: Presentamos Ensemble, una especie de encuentro entre la gente del jazz y del flamenco, los de Jerez, los de Madrid...

-Los dos comenzaron cuando apenas habían cumplido los dos dígitos a tocar la guitarra, ¿la precocidad es clave para dominar este instrumento?
-E. d. M.: Como en todo, cuando eres niño es cuando aprendes las cosas, también ocurre así con los idiomas. Si empiezas con diez o doce años a tocar es lo ideal.
-Para muchos la guitarra sólo se concibe como un acompañamiento del cante o del baile.
-G. N.: En Jerez siempre empezamos acompañando a cantaores. Después es cuando empieza el contacto con el baile. Los tres son pilares fundamentales del flamenco y eso deberían tenerlo en cuenta todos los flamencos, porque cuando una cosa sale mal es fácil mirar para el guitarrista.

-¿Cree que hay profesionales del flamenco que no lo ven así?
- G. N.: Cada vez menos. Todos los artistas somos aficionados y cada vez más estamos pendientes los unos de los otros.

-¿Aún se organizan más conciertos de guitarra en el exterior que en España?
-E. d. M.: Hay cierta resistencia, pero está empezando a cambiar. La prueba está en que en un ciclo como éste vamos a tocar los dos. Hace años eso sería impensable. También es significativo que haya diez o doce guitarristas que se dediquen a vivir de dar conciertos.
-G.N.: Yo no estoy de acuerdo del todo. Lo que ocurre en Madrid, no es lo mismo que pasa en el resto de España. En la capital se ha respetado mucho nuestro arte y se programaba incluso durante la Cumbre Flamenca o cuando las actuaciones se hacían en El Retiro, donde había programas enteros de guitarra. Madrid es un lujo para los flamencos.
-E. d. M.: Madrid es la capital del flamenco desde hace más de 40 años. Pues entonces ya había diez tablaos: Torre Bermeja, Los Canasteros, Las Brujas, Chinitas... En Andalucía se consideraba más flojito el flamenco y todos los que empezaban se venían para acá.

-Enrique, sostiene que este mundo es pequeño y que cuesta entrar, incluso entender el sentido del humor.
-E. d. M.: Ahora se está abriendo un poco más, pero es un mundo pequeñito y peculiar en el que hasta tenemos la misma manera de hablar y somos capaces de reírnos de lo mismo sin decir una palabra.

-Ya sabemos cómo está el mercado discográfico, no sé como ha afectado la «piratería» a un sector tan particular como el suyo.
-G. N.: Lo raro es encontrar una casa discográfica. El mundo del disco se pierde. Así que no podemos publicar las obras, lo que implica que no existe promoción. Los propios artistas debemos hacer de productor, de manager...


La sombra de Paco
Empezaron los Veranos de la Villa de Madrid con una doble sesión de Paco de Lucía. Más allá de esta circunstancia, es cierto que cada vez que se habla de guitarra española surge ese nombre, ¿cómo es de alargada su sombra ?
«Es pequeña para lo que tendría que ser. Él es el más grande embajador que hemos tenido en España y siempre abanderando una música que es nuestra seña de identidad. Ha luchado mucho por dignificar la guitarra», asegura De Melchor. «La gente joven debería preocuparse por estudiar un poco más, pues sólo se presta atención a lo que ocurre ahora. Se habla de Paco, pero antes hubo artistas como Agustín Castellón, Sabicas, que hizo sus primeros intentos de fusión, Mario Escudero, Montoya, Carmen Amaya y Antonio el bailarín, que ya habían recorrido el mundo», aporta Núñez.