Militares y policías permanecerán unos seis meses más en las favelas

El gobernador de Río, Sergio Cabral, explicó este lunes a la prensa que llegaron a un acuerdo con el Gobierno federal para que las fuerzas militares mantengan la vigilancia en estas favelas, mientras culmina el proceso de instalación de las nuevas unidades que podría extender "un plazo de seis a siete meses".

Unos 2.700 efectivos policiales y militares ocuparon este domingo el empobrecido complejo de chabolas --considerado uno de los más violentos de la ciudad-- en un histórico operativo que tiene como principal objetivo capturar a los 'peces gordos' del narcotráfico.

Cabral, no obstante, advirtió de que a pesar del "éxito"de esta operación los "territorios están aún ocupados por el poder paralelo"de los grupos del narcotráfico, pero confía en que la presencia militar dará "paz, tranquilidad y garantizará la transición"hacia las UPP, para lo cual demandó la "integración con el Ministerio de Defensa y la Policía Federal".

Por su parte, el comandante general de la Policía Militar de Río, Mario Sergio Duarte, estimó que la instalación de estas unidades especiales podría durar unos cuatro meses, si el proceso técnico se cumple sin inconvenientes.

Las nuevas UPP que se desplegarán en Vila Cruzeiro y del Complejo del Alemán movilizarán entre 2.000 y 3.000 oficiales de la Policía Militar, que serán seleccionados de entre los 7.000 nuevos uniformadores que se titularán en 2011, según informaron medios brasileños.

Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este lunes que visitará el Complejo del Alemán, un conjunto de barriadas pobres del norte de Río, donde estarían escondidos importantes traficantes de droga del Comando Vermelho (Comando Rojo).

Los enfrentamientos entre narcotraficantes y policías han dejado 46 muertos y más de 200 detenidos en los últimos siete días. Las fuerzas de seguridad han logrado incautarse unas 40 toneladas de droga y armas en diferentes operativos tanto en el Complejo del Alemán como Vila Cruzeiro, según datos de la Secretaría de Seguridad de Río.

Algunas zonas de la 'ciudad maravillosa' se convirtieron la semana pasada en una suerte de campos de guerra ante la presencia de unos 17.500 soldados y decenas de policías del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), así como varios tanques tipo M113 equipados con armamento bélico.

Varios helicópteros de la Policía y el Ejército sobrevolaron casi todo Río de Janeiro durante varios días, para reforzar la labor de los oficiales y de más de 800 hombres de la Brigada Paracaidista Militar que fueron designados para controlar todos los accesos a la favela de Vila Cruzeiro y al Complejo del Alemán.

Medios locales informaron de que en algunas favelas todavía se pueden ver tanques de guerra y cientos de uniformados que realizan labores de vigilancia en las calles interiores de estas barriadas.