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Sergio Aguilar: «He pedido volver a matar la Goyesca del 2 de mayo»

Sergio Aguilar
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Tras cerrar el 2010 como uno de los valores a seguir con lupa de cara a la próxima temporada, Sergio Aguilar se prepara ya a conciencia en el invierno madrileño para consolidarse en un 2011 en el que pide salud para los suyos y un triunfo rotundo que le instale definitivamente en la cima del toreo.
–Llevamos unas pocas horas de este año, ¿qué nota le pone al 2010 que se nos fue?
–Ha sido un año difícil. Si pongo todo en una balanza, pesa más lo positivo, pero no ha sido fácil, porque también he sufrido bastantes percances. Es cierto que en cosos de prestigio como Bilbao, Madrid, San Sebastián y Francia se me ha visto, pero tampoco ha salido ese toro que yo espero para cuajarlo en un sitio importante. Así que necesito un puntito más de intensidad para lograr mi objetivo real.
–Lució sobre todo en verano, entonces se aproximó a ese ideal de torero que busca.
–Sí, hubo tardes muy buenas en Santander, San Sebastián, Bilbao o Dax, incluso aquí por partida doble. Las referencias que dejé fueron inmejorables y son lugares cruciales para un matador, porque te dan mucho respeto.
–Precisamente, insiste en que falta ese aldabonazo definitivo...
–Claro, por supuesto, he podido meter la cabeza en las ferias importantes durante los últimos años, sobre todo, cuando vienes de otros en los que tampoco has toreado demasiado. Estoy muy contento por ello, pero eso no me tiene que servir ya y quiero más. Por eso, me tengo que exigir a mí mismo y estoy convencido de que este año voy a tener una actuación muy importante en Madrid, quitándole las orejas a un toro y con puerta grande.
–Desde luego, el público de Las Ventas ya sabe quién es Sergio Aguilar después del último mayo, concretamente, del último 2 de mayo.
–Esa tarde por fin pude torear a un astado más o menos bien en Madrid, se dejó y la gente se metió en la faena. La otra tarde iba todo muy bien encaminado con aquel toro colorado, pero se lastimó al salir del caballo y se vino todo abajo: desbarajuste de sobreros, tuve que parar cuatro toros con el capote, el tendido se enfrió... Aún así, la afición salió satisfecha, continuó a favor mío pese a no cortar orejas y, de nuevo, el paso por la primera plaza del mundo tuvo valor. Si lo sumas a los años anteriores que me han seguido esperando, comprendes que les debo ya ese gran triunfo importante. Esta temporada tiene que ser de una vez.
–Entonces, de cruzar el Atlántico, ni hablamos, ¿no?
–Salvo sorpresa no vamos a ir a América. La idea es llegar al inicio con la forma del verano.
–¿Hay ya algún planteamiento ?
–Todo gira alrededor de Las Ventas. Ya hemos comenzado las conversaciones con la empresa y me gustaría repetir en la Goyesca otra vez por lo bonito que fue todo el año pasado. Es una fecha muy de Madrid, de su afición, de los matadores locales... Es especial por todo, así que cuando me senté a hablar con mi apoderado, le insistí en que pidiera volver a matarla junto con lo que acordemos para San Isidro.
–¿Y dan fruto esas gestiones?
-Estamos en ello, bueno, están, son cosas de Mateo -Carreño, su mentor- y la empresa.
Todavía es pronto porque, además, es un festejo que organiza la Comunidad de Madrid igual que la Beneficencia, en la que parece ser que están trabajando antes. La Goyesca se resolverá un poco más adelante, pero lo que sé es que las conversaciones han sido muy positivas, sobre todo, después de la actuación que tuve el año pasado.
-No sólo de Madrid vive el torero. ¿Tiene algún contrato más?
-No, por ahora, no me han dicho nada. Estamos a la espera de que se vayan arreglando las primeras ferias, a ver qué pasa y en cuáles estoy, es evidente que me gustaría verme anunciado en el circuito de las principales ferias, pero donde más ganas tengo de ir es a Madrid.. Mi cabeza está ahí.