CiU abre la puerta a que Cataluña debata su independencia

BARCELONA- El partido de Joan Laporta, Solidaritat Catalana, no podía ocultar ayer su euforia. «Por primera vez en la historia habrá un debate sobre la independencia de la nación catalana en el Parlament», dijo el diputado Uriel Bertran después de saber que la Mesa del Parlament había admitido a trámite la proposición de ley de su subgrupo para declarar la independencia de Cataluña. El voto afirmativo de los cuatro representantes de CiU en la Mesa permitió que la declaración independentista siga su curso parlamentario e hizo inútiles los votos en contra de PSC (dos) y PP (uno).

El vicepresidente primero del Parlament, Lluís Corominas (CiU), justificó la decisión porque la Mesa no debe realizar ningún «control de contenido» sobre la proposición de Solidaritat, sino que simplemente se limita a examinar «los requisitos formales». Poco después, el portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, dijo que el debate sobre la independencia «no debe asustar a nadie», aunque avanzó que los diputados nacionalistas no se plantean votar a favor de esta declaración.

El asunto, por supuesto, fue trasladado por los periodistas al portavoz del Govern, Francesc Homs, y éste respondió de forma premeditada: «Nada detendrá la transición nacional catalana hacia el derecho a decidir». De esta manera quiso lanzar un doble mensaje, uno dirigido a «los que no se quieren mover de donde estamos» y otro a «quienes tienen prisa» por conseguir la proclamación del Estado catalán. El plan del Govern es elevar las cotas de soberanía de Cataluña, pero no buscar la ruptura total con el resto de España.
En cualquier caso, la declaración independentista desatará las pasiones en el Parlament. Ahora, la Junta de Portavoces debe habilitar un plazo para que los grupos puedan presentar sus enmiendas a la totalidad y, luego, deben incluir la iniciativa de Solidaritat en el orden del día de una de las próximas sesiones plenarias.

Hay que decir que el debate parlamentario sobre las enmiendas a la totalidad será posible siempre que los tribunales no lo impidan. Podrían hacerlo porque Ciutadans anunció que piensa presentar un recurso y pedir «medidas cautelares para suspender el debate hasta la Justicia resuelva». PP y PSC no anunciaron medidas similares, pero dejaron claro su rechazo votando en contra en la Mesa del Parlament –un órgano donde ni ERC, ni ICV, ni Solidaritat, ni Ciutadans tienen representantes– y afirmando que la iniciativa independentista está «fuera de la legalidad estatutaria y constitucional».

Argumentos similares fueron los que impidieron tramitar una iniciativa popular el pasado mes de julio que pedía la convocatoria de un referéndum por la autodeterminación de Cataluña. Aquella iniciativa fue auspiciada precisamente por Uriel Bertran, entonces diputado de ERC, y por Alfons López Tena. Ambos militan ahora en el partido de Laporta.

De Madrid a la independencia
La decisión de la Mesa del Parlament se produjo un día después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, acudiera a La Moncloa para recibir la autorización del presidente del Gobierno, de aumentar «entre 2.000 y 2.500 millones» la deuda de administración catalana para hacer frente a sus pagos más urgentes.

Mas ha repetido por activa y por pasiva que la prioridad de su mandato es sanear las cuentas de la Generalitat y crear ocupación para disminuir las elevadas tasas de desempleo. Sin embargo, tampoco ha ocultado nunca que su proyecto político se inspira en «el derecho a decidir» y no va a perder la ocasión de hacer guiños a la causa soberanista con la que simpatiza. La irrupción de Solidaritat Catalana en el Parlament obligará a CiU a pronunciarse a menudo sobre la independencia, probablemente más veces de las que desearía.
 

El Gobierno catalán no pone ninguna pega a las consultas sobre la independencia. Al contrario: «Cualquier iniciativa promovida por la sociedad civil en defensa del país, la veremos con buenos ojos», dijo el portavoz del Govern, Francesc Homs.

Homs explicó que el Ejecutivo catalán tampoco ve problemas en que los consellers voten en este tipo de consultas. Subrayó, además, que CiU siempre ha mantenido la misma postura desde el primer referéndum en Arenys de Munt, el 13 de septiembre de 2009. La consellera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, no descarta votar. Artur Mas no sabe qué hacer.