Ministerio de Justicia
Gallardón logra aplacar el malestar de jueces y fiscales y detiene las protestas
El CGPJ dice que Justicia quiere magistrados que trabajen más «gratis et amore»
MADRID- Las protestas de jueces y fiscales han quedado, al menos de momento, en «stand by». No habrá concentraciones, ni paros parciales ni muchos huelga. La reunión mantenida ayer por todas las asociaciones de jueces y fiscales con el ministerio de Justicia, con su titular, Alberto Ruiz-Gallardón, al frente, ha supuesto un punto inicial de acuerdo en aquellas cuestiones que motivaron esas «amenazas» y paraliza esas medidas de presión. En concreto, hay un principio de entente en lo que se refiere a los días de permisos anuales, la retribución de las sustituciones y en el compromiso del Ministerio de negociar cualquier reforma que afecte al Consejo General del Poder Judicial antes de que se inicie su tramitación parlamentaria.
En cuanto a los permisos, en un principio, la propuesta de Justicia era de reducir los 18 actuales a tres días, mientras que los jueces y fiscales pedían que se mantuviese el régimen actual. Al final, se ha llegado a un consenso de fijar en 12 días esos permisos y la opción de que se puedan elegir «día a día», para compatibilizar la vida profesional y familiar, señaló el secretario de Estado de Justicia, Fernando Román.
El Ministerio también se comprometió a buscar fórmulas para que las sustituciones entre jueces profesionales estén retribuidas «adecuadamente», a la vez que insistió en la necesidad de reducir al máximo la Justicia interina.
Por su parte, las cuatro asociaciones judiciales y las tres de fiscales calificaron la reunión de «constructiva» y la actitud del Ministerio como «receptiva a las reclamaciones». En una semana, Justicia les remitirá el nuevo articulado que se incluirá en la reforma de la ley con los puntos acordados.
Por otro lado, en el informe que debatirá mañana el pleno del CGPJ sobre la reforma de la citada ley se critica muy duramente el hecho de que se pretenda no retribuir a los jueces que tengan que sustituir a un compañero y que soporten una carga de trabajo inferior a los módulos fijados por el Consejo. En el informa del CGPJ, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso LA RAZÓN, se sostiene que esa medida tiene un «alcance disuasorio» indiscutible a efectos de querer participar voluntariamente en esas sustituciones. «Si quienes soporten una carga de trabajo relativamente baja solicitasen ser incluidos en la relación indicada, estarían abocados a desarrollar una actividad adicional «gratis et amore». Por ello, es lógico pensar que ningún magistrado afectado» por esa disposición «solicite formar parte de la relación de suplentes profesionales cuando son éstos quienes podrían desempeñar con mayor desahogo el cometido inherente al llamamiento». La conclusión es que supone un «trato peyorativo», «un menoscabo retributivo para el afectado de difícil justificación».