Vila-Matas elogia la pereza

La novelística de Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) observa unos caracteres bien definidos: enmascaramiento de la personalidad de los protagonistas; conformación de un entorno mixtificadamente culto; juego con la negación de la realidad; paródicos academicismos a lo Borges; dandismo «shandy» (con Laurence Sterne de mentor áureo), relativa significación de la trama; remota presencia de lo autobiográfico; jocoso tratamiento de las situaciones conflictivas; fascinación por todo cuanto tiende a desaparecer y la ya conocida opción estética, engañosa, de quien –siguiendo al Bartleby de Melville– «preferiría no hacerlo».

Venganza hamletiana
Con estos supuestos, y alguno más, acaba de publicarse «Aire de Dylan», una novela que pretende ser un homenaje al teatro, una apología de la pereza, un festín de apócrifos y heterónimos, el planteamiento de la vida como una comedia negra y la visión del mundo como una venganza hamletiana. El joven Vilnius, que trabaja en un atrabiliario Archivo General del Fracaso, se halla empeñado en recuperar la memoria de su asesinado padre, Juan Lancastre. La acción confluirá hacia una representación teatral en la que un shakespeariano fantasma paterno, el Hollywood clásico de los 40, la sombra de Vladimir Nabokov o la figura de Oblomov, el legendario vago de la literatura rusa, conformarán un universo de atractivas propuestas narrativas en el que, con un desenfadado humor y cierta intriga detectivesca, todo es posible. El nexo entre padre e hijo es Bob Dylan como referente contestatario de la cultura pop. «Aire de Dylan» no es un simple libro continuista más en la sólida trayectoria literaria de su autor. Vila-Matas ha conseguido una divertida trama sostenida sobre una bien trabada estructura, desarrollando una inteligente crítica, mordaz y entrañable a un tiempo, de nuestra esnobista modernidad. Ágiles diálogos, cómicas situaciones, simbólicas escenas y una escritura de la mejor calidad completan esta notable y significativa novela.

Sobre el autor
Vila-Matas es un novelista que domina muy bien la irónica ambivalencia entre ficción y realidad
Ideal para..
quienes estén interesados en adentrarse en una amena reflexión, a través de un discurso mordaz, sobre las falsas apariencias
Un defecto
Algún párrafo resulta excesivamente discursivo y teorizante
Una virtud 
El crítico humor que preside toda la acción que se desarrolla en la obra
Puntuación 8