Barcelona
El «low cost» de El Bulli
Los hermanos Adrià revolucionan el panorama culinario con el 41º
La oliva esferificada, los crujientes de cacahuete y miel, el corte de parmesano, la nube de lima y coco... Algunos de los más vanguardistas bocados, creados por Ferran y Albert Adrià, ocupan la barra de la 41º, la «nackería-coctelería que han inaugurado junto a los hermanos Iglesias, propietarios de la emblemática marisquería Rías de Galicia: «Cuando nos propusieron el proyecto, no lo dudamos. Ferran ya contaba con el cierre de El Bulli y yo estaba libre. Creímos que era el mejor momento para abrir algo juntos», cuenta Albert. Y el resultado es este trocito del que ha sido durante años el mejor restaurante del mundo, si es que no lo sigue siendo, listas gastronómicas aparte, hasta que termine su última temporada, que comenzó ayer.
Los profiteroles de grosella negra y yogur y las ostras con menta y fingerlime, con ponzu y huevas de salmón y con vinagre de jerez y caviar de aceite de oliva virgen, un marisco que armoniza fenomenal con los cócteles de Marc Álvarez, completan la lista de «snacks», que rondan entre los tres y cinco euros. Precios de ganga al alcance de todo comensal que desee acceder al establecimiento que ya es la sensación gastronómica del año que acaba de comenzar.
Un bar de tapas
Manhattan, negroni, pisco sour, mojitos, caipiriñas, gin tonics (12 euros) son algunos de los tragos que acompañan a las tapas de los Adrià, su manera de entender la cocina. Y este local, su forma de popularizar la mejor culinaria del planeta: «La gente lo quiere probar todo, lo que nos obliga a hacer mil doscientas piezas por noche. Aún debemos estudiar cómo gestionar la capacidad del local, ya que sólo entran 35 comensales y aquí no reservamos mesa. Cuando tengamos listo Tickets, a principios del mes que viene, éstos se repartirán entre los dos establecimientos». Se refiere al bar de tapas, situado en el local contiguo, que ofrecerá propuestas mediterráneas en un espacio de trecientos metros cuadrados dividido en cinco barras. «Hemos querido emular la feria gastronómica de un pueblo, la clásica con casetas de comida». Así, en la primera encontraremos jamón Joselito cortado a cuchillo, nécoras a la plancha, gambitas rojas, minicigalitas y caracolas de mar...; en la segunda descansa una cuidada selección de vinos (Peter Sisseck, Álvaro Palacios, champán Moët & Chandon...) y en la tercera es donde, al parecer, se reunirán los paladares más canallas. La cuarta exhibirá los innovadores «chuchis», montaditos preparados al momento, como el de erizo con aguacate y gelatina de menta, y ensaladas. Y, en la quinta, una carpa de circo acogerá máquinas de algodón de azúcar, un carrito de helados y vitrinas con postres de colores. En definitiva, manjares tradicionales con el sello Adrià por unos 50 euros de precio medio. ¿Quién da más?
Dirección: Avenida del Paralelo, 146. Barcelona.
precio medio: los «snacks» cuestan entre 3 y 5 euros. Los cócteles, 12.
plato estrella: cualquier «snack».
Tarjetas: admite todas.
Prestaciones: abre de martes a sábado de 17.00h. a 2 de la madrugada.
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