España
A los pies de los caballos por Miguel A Bernal
Como usted ya sabe, el BCE ha mantenido sus tipos. Era una noticia esperada. Los tipos han descendido recientemente y están muy bajos. A usted, especialmente si está endeudado, difícilmente le afectará la noticia. Las cláusulas «suelo» en los préstamos, es decir, tipos mínimos a aplicar, no le permiten beneficiarse de caídas adicionales. El BCE debe normalizar el mercado de crédito, el interbancario. De momento, no lo ha conseguido, esperemos que la futura unión bancaria en torno al BCE ya en marcha permita que el crédito, el dinero, circule. La circulación del dinero es el mayor problema actual, lo que todo el mundo conoce como falta de crédito, y la medida de no retribuir el dinero que los bancos depositan en el BCE no ha aliviado el problema. Seguimos sin concesión de crédito, y eso nos estrangula.
Luego lo peor. Mario Draghi, presidente del BCE, había creado una gran expectación después de sus palabras. La decepción ha sido brutal, el desplome de la bolsa y la elevación de la prima de riesgo avalan mis palabras. Sin tecnicismos, España se ve abocada probablemente antes o durante octubre a pedir la ayuda financiera. Ayuda financiera es pedir la intervención, es decir, dejamos en manos del BCE, el FMI y la CE nuestras cuentas. La actual ayuda, hasta 100.000 millones, es sólo la primera parte de la intervención. La segunda, que yo adjetivo como dura, está por llegar. Me atrevería a asegurar, espero equivocarme, que nos queda una nueva «vuelta de tuerca»: nuevos recortes, más impuestos, reestructuración del incompetente estado de las autonomías y bajada o reestructuración de las pensiones. Claro que, como Draghi dice, el euro es irreversible, el escenario de salirse del euro es el abismo, las consecuencias nefastas. La desconfianza alemana hacia lo español es total después del desbarajuste bancario y de las comunidades.
Miguel A. Bernal Alonso
Profesor de IEB