Merkel muy débil

La escasa fortaleza de la jefa del Gobierno alemán quedó ayer en evidencia. La coalición democristianaliberal, que ya perdió en mayo en las elecciones regionales de Renania, volvió a fracasar ayer cuando su candidato presidencial, el gobernador de Baja Sajonia, Cristian Wulff, fue incapaz de ganar en la primera y segunda vuelta pese a contar, a priori, con la mayoría de los votos. Se sabía que si la elección hubiera sido por sufragio universal habría vencido el independiente Joachim Gauck, candidato de la oposición socialdemócrata-ecologista. Pero la disciplina de partido y que una parte de la izquierda detesta a Gauck por su pasado de disidente en tiempos de la Alemania comunista posibilitó que el aspirante gubernamental obtuviera el cargo por los pelos y en la tercera votación. Y es que algunos liberales cambiaron de bando porque buscaban una figura con carisma y, en su opinión, Gauck sería un presidente muy especial. Wullf es un atractivo abogado de 50 años que, en los próximos cuatro años, no le hará sombra a Merkel, que se libra de un rival dentro de la CDU pero que ha salido tocada y desprestigiada de esta contienda. Tras la dimisión inopinada de Köhler por cuestionar el papel de Alemania en Afganistán la elección presidencial había despertado un inusitado interés para poder comprobar que a Merkel le está pasando factura su plan de ahorro y la tardía reacción en el problema griego.