Murcia

OPINIÓN: Nos

La Razón
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Hicieron a Pascual Sala presidente del Constitucional para que el Supremo volviera a la cumbre de la que lo apeó la Constitución, pero les ha salido rana con lo de Sortu y han desenterrado el hacha de guerra: los magistrados del Constitucional no son jueces, incordian: suprimámoslos. Liderados por la APM, mayoritaria y conservadora, quieren jibarizar el Constitucional y reducirlo al tamaño de una sala del Supremo; es decir, dejarnos a efectos penales en manos de la Sala Segunda que, cegada por sus obsesiones, se ha manifestado incapaz de apreciar violaciones de derechos que el Constitucional sí apreció. Y van tres torpedos, Bildu, la doctrina Parot y, a última hora, Sortu, los tres a la línea de flotación del programa de gobierno que la Sala Segunda tiene para nosotros ante el «vacío de poder» que sólo ellos ven. El TC sigue otorgando amparos, el Supremo ve traiciones: que se gradúen la vista o que pidan la invalidez. Y a todo esto el presidente del TSJ de Murcia, en una toma de posesión de fiscales, ¿dónde si no?, anuncia que si nadie los defiende se defenderán ellos solos. Un poder del Estado que se muestra agresivo, malignizado en forma de enfermedad autoinmune que ataca desde dentro al organismo al que debe servir. Sabemos de lo que son capaces por el caso Dívar, que fija su nivel ético en una paridad dólar/Dívar francamente escandalosa: Pero queda una duda, señor presidente: ¿Y si empezáramos los ciudadanos a defendernos de tanto delincuente como hemos descubierto cobrando de los presupuestos? Porque razones para dar un puñetazo en la mesa las tenemos. Nos, el pueblo soberano, y no el equipo oficial, que es el que al cabo se las lleva crudas. Y no sólo las perras, también el poder.