El «aquelarre» etarra

Más miedo que vergüenza por Antonio Basagoiti

La Razón
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El previsible adelanto electoral está provocando distintas lecturas. A nivel nacional, el debate gira entorno a quién ha tomado la decisión de adelantar la fecha, y a nivel de la comunidad autónoma vasca, hay quien está reflexionando sobre las consecuencias en el asunto de ETA de un probable e inminente Gobierno del PP. En la cuestión de quién ha decidido el enésimo cambio de criterio de Zapatero no voy a entrar; para una buena decisión del aún presidente no la voy a criticar.
Los que se merecen que se pongan las cosas en su sitio son los dirigentes y altavoces del nacionalismo vasco, los que van desde las posiciones mas democráticas a las mas totalitarias representadas por Bildu. Con más miedo que vergüenza quieren trasladar a la sociedad vasca que un Gobierno del PP puede dificultar la «paz». No descarto que otros se acaben sumando.
Los que están en esa siembra se equivocan por enésima vez. Si pretenden decir que un presidente del Gobierno del PP no se embarcaría en una negociación con ETA, aciertan, porque además de inmoral es contraproducente para alcanzar la paz con libertad. Pero no se puede decir que lo que defiende el PP dificulta el fin del terrorismo. Las medidas que ha ido adoptando y defendiendo la formación que lidera Rajoy han sido eficaces y han hecho avanzar contra el terror. Los avances contra ETA, pese a los paréntesis conocidos, han sido gracias a la firmeza y exigencia democrática.
Se nos puede criticar muchas cosas, pero no que nuestras decisiones y posiciones sobre ETA hayan empeorado las cosas. Muchos nos pueden criticar, pero no precisamente con este tema quienes han estado en contra de todas y cada una de las iniciativas que han disminuido el totalitarismo etarra. Ellos sabrán, y la ciudadanía lo acabará conociendo, porque tienen mas miedo que vergüenza a hacer lo que se debe contra el terrorismo. Si el brazo político de ETA tiene temor a una Gobierno popular, que vayan entregando las armas de manera incondicional y reconozcan el dolor causado.