Berlín

Más de 16000 policías escoltan el convoy atómico de Alemania

Alemania inició hoy el despliegue de 16.500 policías para escoltar un convoy de residuos altamente radiactivos hasta uno de sus mayores depósitos de basura atómica, en previsión de las mayores protestas de activistas antinucleares de los últimos años, informaron hoy fuentes policiales.

La primera manifestación la protagonizaron esta mañana más de 600 escolares de Lüchow (norte de Alemania), una pequeña localidad al sur del depósito temporal de la antigua mina de sal de Gorleben, donde Alemania almacena desde hace dos décadas gran parte de su basura nuclear.

Las fuentes añadieron que se prevé que la mayor parte de las protestas sean durante el fin de semana y, posiblemente, se prolonguen hasta el lunes, conforme los contenedores con los residuos altamente radiactivos se aproximen a Gorleben en su viaje a través de Alemania en tren.

Los grupos de activistas antinucleares estiman que podrían congregar hasta a unas 30.000 personas, que participarán en diversas acciones de protesta y sabotaje para retrasar al máximo el transporte y llamar la atención sobre los riesgos que supone su almacenamiento.

"Esta acción será una de las más apasionantes protestas antinucleares de Alemania en muchos años y uno de los pasos más prometedores hacia el desarrollo de la desobediencia civil desde las acciones (contra la cumbre del G8) en Heiligendamm", aseguró la coalición de activistas "Castor Schottern". En previsión de los incidentes, la Policía alemana ha desplegado el mayor dispositivo de seguridad para contrarrestar las acciones de los activistas antinucleares desde 2001.

Este despliegue costará alrededor de 25 millones de euros al estado alemán, según apuntó Uwe Schünemann, ministro de Interior del Estado de la Baja Sajonia en el que se encuentra Gorleben.

Como en ocasiones anteriores, las fuerzas de seguridad prevén continuos bloqueos de las vías del ferrocarril para frenar a los denominados "Castor"a lo largo de los mil kilómetros de trayecto en tren por tierras alemanas hasta Dannenberg, la última localidad antes de Gorleben.

A partir de ahí los contenedores serán trasladados hasta el cementerio en camiones por una de las dos carreteras disponibles, ambas de unos veinte kilómetros, donde se esperan "sentadas"masivas como en las últimas ediciones e incluso bloqueos con tractores.

El tren especial, con doce vagones de alta seguridad para los residuos, partió sin incidentes esta mañana de la planta de reprocesamiento de La Hague (norte de Francia) para, a través de Estrasburgo, llegar a la frontera alemana en la madrugada del viernes al sábado.

Las protestas contra el empleo de la energía nuclear y el transporte y almacenamiento de material radiactivo en territorio alemán se han recrudecido en esta ocasión debido a la reciente decisión del Ejecutivo federal, una coalición de centroderecha, de prolongar la vida de las centrales nucleares del país.

El pasado 6 de septiembre, el Gobierno encabezado por la canciller Angela Merkel aprobó ampliar la vida útil de las 17 centrales nucleares del país una media de 12 años, ocho años las más antiguas y hasta 14 años las instalaciones más modernas, una medida que ha desencadenado varias protestas.

Esta decisión, sustentada políticamente en motivos económicos y energéticos, revocaba el acuerdo alcanzado por el Ejecutivo anterior, una coalición de socialdemócratas y ecologistas, que había decidido el cierre definitivo de todas las centrales atómicas de Alemania para el año 2021.

Además, sigue latente la polémica sobre el cementerio de Gorleben, que legalmente es tan sólo un emplazamiento temporal, porque Alemania aún no ha fijado unas instalaciones definitivas de almacenamiento permanente de los residuos radiactivos de sus centrales nucleares.

En este sentido, la organización ecologista Greenpeace y la asociación jurídica Gorleben presentaron recientemente una querella legal contra la reactivación de los planes para transformar Gorleben en el almacén atómico permanente, alegando que es "contrario a derecho".