Estreno
La ciencia selecciona «Campeón» como la película más triste
«Campeón» ha sido elegida como la película más triste según un estudio llevado a cabo en 1979 por los científicos James J. Gross y Robert W. Levenson de la Universidad de California.
Tras 250 films analizados y casi 500 personas entrevistadas, los expertos han llegado a la conclusión de que la emotiva última escena de Campeones es la que mayor sensacion de tristeza provoca en el espectador.
Esto implica que otros largometrajes como Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979) o la trágica muerte de la madre de Bambi (Disney 1942), que causó el disgusto de miles de niños, queda por detrás de la contundencia emotiva de la película del boxeador.
Tanto es así, que el estudio desvela cómo Campeón ha sido empleado para muchos análisis psicológicos. Se ha empleado para ver si una persona con depresión es más propensa a llorar que otra que no padezca esta enfermedad, o para comprobar si una persona apenada tiende en mayor medida a gastar dinero o no; además, otro de los usos que se le ha dado es para apreciar cúal es la respuesta sexual de los hombres ante una mujer triste.
Y es que este largometraje creado por Franco Zeffirellien 1979 ha provocado la llorera de hombres y mujeres de todo el mundo. Jon Voight es el actor que interpreta a un exboxeador sumido en el alcoholismo que decide volver al ring para demostrar sus capacidades a su hijo pequeño.
Pero, más allá de sorprender, el boxeador sufre una terrible paliza quele deja malherido. De hecho, en la última escena, culpable de la intensidad emocional, se ve al pequeño Ricky Schroderpronunciar aquella frase mientras moría su padre: «Campeón, ¡despierta! No duermas ahora. ¡Has de ir a casa!».
El orgasmo más divertido
Tantas películas analizadas permiten sacar múltiples conclusiones. A parte de la tragedia, se ha señalado el orgasmo fingido de Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally (Rob Reiner, 1989) como la escena más divertida del cine.
Por último, para los fanes del terror, cabe destacar como más terroríficas El Resplandor (Stanley Kubrick 1980) o El silencio de los corderos (Jonathan Demmen 1991).
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