Examen a dos estilos

Madrid- En el vestuario del Real Madrid no se olvida lo que sucedió el 24 de septiembre en Vitoria. En las semifinales de la Supercopa el segundo proyecto de Messina se tambaleó. El Barça humilló (89-55) al Real Madrid en un partido que llegó a manejar por más de 40 puntos. En tres meses el panorama es muy diferente. La ACB, que a la hora de fijar calendarios lo tiene clarísimo a diferencia de lo que sucede con el fútbol, esperó al penúltimo día del año para programar un nuevo clásico. El Madrid llega al Palau como líder. «Estamos en un buen momento, estamos progresando y el tiempo juega a nuestro favor, aunque para ganar en Barcelona debemos dar más del ciento por ciento». Es la reflexión del técnico italiano antes de medirse por décima vez en su carrera al Barça sentado en el banquillo madridista. Su balance no es para presumir. Ocho derrotas y una victoria, la única que lograron en la eliminatoria de la Euroliga que precedió a la segunda Copa de Europa azulgrana.

El equipo que vapuleó el Barça a principios de temporada sigue teniendo demasiados altibajos. Eso no impide que sea líder en la ACB, puesto que sólo conservará si gana en Barcelona, y se haya clasificado para el «top 16» en Europa con suficiencia. Messina parece satisfecho: «La irregularidad en un conjunto joven es una realidad y estar arriba tras empezar así la temporada demuestra que los jugadores lo están haciendo bien».

El vestuario del Real Madrid se ha sosegado a medida que avanzaba la temporada. Los roles cada vez están más claros y eso ha ayudado a que la relación Messina-plantilla y viceversa sea cada vez más fluida. Los nuevos, con Suárez como elemento sobresaliente, empiezan a asumir su papel en un grupo que tiene a Llull y Reyes de referentes. Los dos internacionales son el alma del equipo. Ese papel en el Barça lo desempeña en exclusiva Navarro, el peor enemigo en los últimos clásicos para los madridistas. «Tiene un talento increíble y siempre nos hace daño», reconoce Llull. El problema para el Barça es que está recién salido de una lesión.

El Barcelona está reconstruyéndose. Ha perdido ya casi tantos partidos como en toda la temporada pasada y las lesiones no le han respetado. Mickeal, otro jugador especialmente dañino para los de Messina, y Basile son baja. Navarro ha vuelto hace apenas dos semanas, pero como en el Palau no se entiende de crisis han llegado Joe Ingles y Alan Anderson. El primero está llamado a minimizar el trabajo de Suárez. El estadounidense, que hoy debutará de azulgrana, fue una pesadilla para el Madrid cuando militaba la pasada campaña en el Maccabi.

Xavi Pascual, que ha sido reconocido por segunda vez consecutiva como mejor entrenador del año, asegura que el clásico es algo más que un partido: «Ganar es algo más que una victoria, pero que nadie se espere algo parecido a lo de la Supercopa».