Comenzó a entrenar a los 56 años y casi 20 años después ha conseguido un cuerpo esculpido en el gimnasio. Su jornada comienza a las 3 de la mañana, lee la Biblia y a las 4 se lanza a correr 16 kilómetros.

Se llama Ernestine Shepherd y considera su tarea «una misión» a través de la cual defiende que se puede alcanzar un buen estado físico de forma natural, sin suplementos, esteroides, ni medicación, y motiva a los demás a realizar alguna actividad física.

La bautizada como «abuela culturista» asegura que en su juventud no practicaba deporte hasta que, durante un paseo junto a su hermana, decidieron comenzar a ejercitarse para mantenerse en línea. Su hermana murió y Ernestine asegura que se le apareció en sus sueños para decirle que no estaba cumpliendo su promesa, desde ahí empezó a practicar deporte de forma intensiva.

«Récord Guiness»
«El ejercicio es divertido para mí porque aquí estoy con 75 años y quiero ver hasta dónde y cuánto llego con los trotes, y si lo tengo en la mente, tiene que funcionar...», asegura Ernestine, también conocida en el mundo de la competición como «Miss Erenie».

A los 71 años dio una vuelta de tuerca a su preparación dedicándose al fisicoculturismo, actividad en la que está catalogada como la mujer con más edad que participa en torneos de este tipo en el mundo y su foto aparece en el libro de los «Récord Guiness».

Mantiene una dieta estrictita: 1700 calorías al día que provienen mayoritariamente de huevos, pollo, vegetales y leche.