Cataluña
El barrio de La Teixonera amanece recordando el socavón del Carmel
La marisquería del barrio de La Teixonera se convirtió ayer en el campamento base de bomberos, policías, técnicos del Ayuntamiento de Barcelona, vecinos, e incluso, de la regidora del distrito de Horta-Guinardó Francina Vila. Ante las puertas del restaurante, situado en la plaza Isop, un enorme socavón de 20 metros de diámetro y siete de profundidad mantenía en vilo al barrio y a las autoridades.
BARCELONA- Anteayer, a media tarde, un hombre alertó a la Guardia Urbana de que había aparecido un agujero en plena calzada. Al lugar se desplazaron varias dotaciones de policías y bomberos que bajo el aguacero inspeccionaron el lugar. Antes de medianoche, el agujero era ya un socavón en plena plaza. Los vecinos del número 4, ocho familias, fueron desalojados. Ni el edificio ni sus cimientos se vieron afectados pero un pequeño movimiento de tierra podía poner en peligro a los catorce residentes. Así, por precaución, el Ayuntamiento decidió evacuar el inmueble y reubicar a los afectados. La mayoría pasaron la noche en un hotel y, de momento, no tienen fecha de retorno a casa, aunque ayer se les permitió recoger algunos de sus enseres. El resto de vecinos de la plaza vieron cómo se les cortaba el gas y la luz y el agua intermitentemente.
«Pasamos miedo», explica uno vecino al grupo que se acaba de juntar en la marisquería, «no sabíamos lo que podía pasar con nuestra casa y es lo único que tenemos». La incertidumbre de la noche pasó a convertirse en risa intranquila. A mediodía, vecinos y comerciantes, alertados por las imágenes emitidas por la televisión, continuaban llamando al restaurante para asegurarse de que el socavón no había ido a más, aunque se amplió a 40 metros para asegurar el perímetro. La lluvia seguía creando estragos. De hecho, se desconoce aún qué causó el hundimiento de la calle, pero la principal hipótesis es que una alcantarilla se colapsó creando una bolsa de agua que resquebrajó el asfalto.
«Todo el barrio está lleno de cuevas de agua», apunta un vecino mientras observa a bomberos y técnicos yendo de un lado para otro. «Justo donde está la nueva estación de metro –El Coll-La Teixonera de la L5– mi madre iba con mis tías a buscar agua allí cuando aún no nos llegaba a casa; te hablo de los años cincuenta», añade. En la plaza Isop confluyen en pendiente cinco calles que bajan de los Tres Turons. «Tendrías que haber visto cómo bajaba el agua ayer...», exclama un joven residente. «Me llegaba por aquí», dice señalándose la espinilla. «¡Como si fuera un río!». «Aunque –apunta–, no hay que descartar que algo tengan que ver las obras del metro». Precisamente, durante los trabajos de ese tramo de la L5, el Carmel vivió su peor pesadilla cuando el suelo se vino abajo y obligó a decenas de familias a dejar sus casas durante meses. La ampliación de la línea se inauguró en julio del año pasado.
«Dicen que en tres días lo han arreglado», explica uno de los camareros, «pero creo que como mínimo les queda un mes». A la espera de que la meteorología mejore y para evitar males mayores, el socavón se rellenó con 180 metros cúbicos de hormigón.
Protección Civil pone fin a la alerta
La dirección general de Protección Civil de la Generalitat dio por finalizada la prealerta del plan especial de emergencias por inundación ayer sobre las 14.30 horas. Sin embargo, y dada la climatología, Protección Civil aseguró en un comunicado que seguiría de forma continuada el avance de la situación meteorológica. Solicitó, además, que se sigua extremando las precauciones, tanto en la carretera como en las zonas cubiertas y el mar. De hecho, según la previsión del tiempo, hoy seguirá lloviendo en toda Cataluña, sobre todo en el Pirineo, el litoral y prelitoral aunque la intensidad de las precipitaciones no será la de los últimos días.
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