Nueva York

Palestinos atacan a judíos en Jerusalén

Diez israelíes heridos a pedradas por manifestantes árabes. La muerte de un hombre que atacó a un vigilante hebreo fue el detonante de la violencia

Enfrentamientos entre palestinos y la Policía israelí en la Explanada de las Mezquitas
Enfrentamientos entre palestinos y la Policía israelí en la Explanada de las Mezquitaslarazon

La muerte de un palestino por los disparos de un vigilante judío en el barrio de Siluán (Jerusalén este) en la madrugada del miércoles desencadenó ayer una ola de disturbios en la capital que obligó a la Policía israelí a entrar en la Explanada de las Mezquitas a mediodía para frenar el lanzamiento de piedras contra los judíos que oraban en el Muro de las Lamentaciones.

Antes de la intervención policial, al menos diez ciudadanos israelíes habían resultado heridos, uno de ellos apuñalado, según el diario «Haaretz». Precisamente, el Muro se encontraba ayer repleto de fieles que se acercaron a orar en la víspera de la fiesta de la Cosecha o «Sucot», que conmemora el paso por el desierto del pueblo judío y el tránsito de la esclavitud de Egipto a la libertad en la Tierra Prometida.

Las violentas protestas comenzaron tras el funeral del palestino, de 32 años, al que el vigilante de seguridad judío, según su propia versión, tuvo que disparar en defensa propia después de que un grupo bloqueara el paso de su vehículo y lo apedreara. Siluán, en Jerusalén este, es uno de los barrios más conflictivos de la ciudad israelí por las frecuentes tensiones entre sus 55.000 habitantes palestinos y los 300 colonos judíos residentes en el área. Con motivo de la festividad del «Sucot», el Ejército ha impuesto el cierre de las fronteras con Cisjordania hasta la medianoche de hoy, permitiendo sólo el paso por razones médicas o humanitarias.


La paz, al borde de un nuevo fracaso
El pesimismo sobre el futuro de las negociaciones de paz reina en el ambiente a tres días de que venza la moratoria de diez meses del Gobierno israelí sobre la construcción de nuevas edificaciones en los asentamientos de Cisjordania y Jerusalén este –como el barrio de Silwan–. El martes, una reunión de urgencia en Nueva York con los negociadores de ambos bandos no consiguió que se llegara a un acuerdo sobre la fórmula para prorrogar la colonización, condición «sine qua non» exigida por los palestinos para seguir sentándose a la mesa.