Estreno

Blanca Suárez: «Trabajar en televisión no me acompleja»

Con el reciente Premio Ondas, Blanca Suárez recibe el espaldarazo de los jóvenes talentos de la interpretación que se hornean a fuego lento en las series de televisión sin que se les caigan los anillos por transitar de la pequeña a la gran pantalla y a la inversa.

Blanca Suárez «Trabajar en televisión no me acompleja»
Blanca Suárez «Trabajar en televisión no me acompleja»larazon

Acostumbrada a los premios, forma parte de ese grupo de intérpretes cuya trayectoria no conoce límites.


-Premio Ondas a la mejor interpretación femenina en televisión... ¿Ha sido una sorpresa?
-Sí, absolutamente. Yo ni lo sabía, me llamó mi madre enseguida para decírmelo. Cuando me lo comentó entré en un estado de «shock», pero es evidente que ha significado un subidón.

-Y más aún teniendo en cuenta que su personaje en «El Barco», que emite Antena 3, no se parece en nada al que interpretó en «El internado».
-Ainhoa es más noble, lo que persigue es intentar que se solucionen las cosas.

-Pero con Ulises, encarnado por Mario Casas, lo tiene difícil...
-Quiere muchísimo a Ulises, está enamorada. Pero entiende que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. La única forma de atajar el problema es afrontarlo. Por circunstancias, nuestros personajes, a pesar de quererse, no han tenido ese momento en el cual hayan encajado a la perfección y que les dé la base para tener un proyecto en común y estar juntos. Hay veces que por mucho que quieras a una persona entiendes que no es el momento.

-Uno de los atractivos de «El Barco» es que sitúa a los personajes en una situación límite...
-Sí, hay que interactuar en una situación extrema. El «Estrella Polar» zarpa y de repente, la tierra firme desaparece y somos los únicos supervivientes.

-¿Cómo maneja la paleta de emociones que vive Ainhoa?
-Hablando con el director llegamos los dos a la conclusión de que lo más eficaz era simplificar las emociones. Hay que tener en cuenta los antecedentes de mi personaje: perdí a mi madre hace tres meses, voy a vivir con mi padre, formo parte de los alumnos del «Estrella Polar», me enamoro... Todas estas circunstancias me obligaron a ser más práctica para afrontar ese caudal de emociones tan fuertes. Es imposible abarcarlo todo, si no me volvería loca.

-Este año también ha estrenado película con Pedro Almodóvar, «La piel que habito», lo cual para cualquier actriz puede ser un regalo envenenado...
-Para mí no lo fue. Con Almodóvar no hay papel pequeño. Es cierto que con el buen ambiente que se respiraba en el rodaje me hubiera gustado que mi personaje fuese más extenso, pero intenté aprender al máximo. Creo que fue una decisión acertada, si me hubiese ofrecido un papel protagonista... creo que me hubiera dado un patatús.

-Usted, como otros compañeros, ha logrado que trabajar en series de televisión no sea como estar en segunda división.
-Es que no lo es. No me acompleja trabajar en televisión; es más, estoy orgullosa, soy una gran defensora de las series de televisión. Igual que hay malas series, hay malas películas. Lo que cuenta es el proyecto, no el soporte en el que se ofrece. Son prejuicios absurdos, más ahora, en estos tiempos de crisis. Ahora mismo hay más proyectos televisivos que cinematográficos y además, de calidad. La televisión se ha convertido en una gran escuela para los actores.

-¿Por qué las series españolas tienen el respaldo de la audiencia y las películas no?
-Hay muchos factores. La televisión es gratis, sólo hay que apretar un botón. En el caso del cine hay que desplazarse, comprar una entrada... Pero de todas formas es un fenómeno inexplicable. No sé por qué las series gustan y el cine patrio no.
 

EN PRIMERA PERSONA
Cumplió el pasado 21 de octubre los 23 años, y la semana pasada obtuvo un Ondas. Es muy joven, pero se puede decir que es ya una actriz consagrada. La mayoría la conocimos cuando llegó a «El internado» para interpretar a Julia. En aquel momento, no sólo deslumbró su belleza, sino también su buen hacer. También hace cine («La piel que habito», por ejemplo) y las revistas de moda no dejan de pensar en ella por su explosiva belleza, su simpatía y su naturalidad.