OPINIÓN: Una lectura entre líneas por Alfonso GARCÍA YUBERO

En lo que ha transcurrido de 2011, el comportamiento de la curva soberana española se ha desvinculado con cierta claridad de los emisores más «periféricos» de la zona Euro, registrando una mayor estabilidad, tanto en términos de movimiento del tipo a 10 años, como en clave de aplanamiento de su pendiente. ¿Debería suponer la decisión de Moody´s un punto de inflexión en este mejor comportamiento de la deuda española? La respuesta a esta cuestión se debe enmarcar en un doble horizonte temporal. En el más corto plazo, su evolución va a estar a merced de variables de naturaleza exógena, que se resumen en el grado de avance que puedan lograr los dirigentes de la Eurozona en materia de gobernanza única en las cumbres del 11 y 24-25 de marzo, y que se sintetizan en dos aspectos –uno de prevención y otro de resolución de crisis– interrelacionados: (i) el Pacto de Competitividad, y (ii) la dotación de mayor capacidad financiera y flexibilización en su funcionamiento a los mecanismos de estabilidad vigentes.
Una solución satisfactoria en ambos terrenos supondría un avance importante hacia un concepto de unión que exceda de la actual integración, exclusivamente monetaria. Asimismo, supondría que, a más medio plazo, los factores que han permitido al mercado discriminar entre emisores «periféricos» a lo largo del primer tramo del ejercicio y que han beneficiado a España –crecimiento económico moderado pero en tendencia alcista, fortalecimiento de la salud del sistema financiero tras el proceso de reestructuración, esfuerzos en materia de ejecución presupuestaria, baja ratio de deuda sobre PIB– volvieran a aflorar, prolongando una paulatina convergencia del comportamiento de nuestra curva a la de los países del «núcleo» europeo, con los lógicos matices diferenciales en función de la posición cíclica frente a ellos. Son estos factores los que, precisamente, destaca Moody´s como puntos más positivos de la economía española y que -de acuerdo a esta agencia de calificación crediticia- no amenazan la sostenibilidad de nuestra deuda.

Alfonso GARCÍA YUBERO es director de Análisis de Banif