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Terrorismo internacional 2010 por Gustavo de Arístegui

La Razón
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Desde que ETA y sus satélites fueron incluidos en la lista de organizaciones terroristas de EE UU, la publicación del informe anual sobre terrorismo no despierta el interés que debiera en nuestro país. Se trata de un detallado informe del Departamento de Estado que indica la evaluación pública que hace el Gobierno de EE UU sobre el nivel de riesgo, las perspectivas, las organizaciones y los países que apoyan o promueven el terrorismo en el mundo.

El riesgo para nuestro país sigue siendo importante. La evaluación que hacen de la obsesión del terrorismo yihadista de inspiración islamista radical (que no islámico) es preocupante, pero no nuevo. Me permito citar mi libro «Yihad en España» en el que explico por qué los radicales están obsesionados con la reconquista de Al-Ándalus, que es casi toda la Península Ibérica y no sólo Andalucía, por su importantísimo valor simbólico en su estrategia global de conquista del poder total en el Mundo Islámico y la reconquista de cualquier territorio que los yihadistas consideren haya formado parte de su mundo en cualquier momento de su historia.

Especial mención merece la lista de países que patrocinan el terror, entre los que se encuentran Cuba, Siria, Sudán, pero muy especialmente Irán, al que se une su financiación, apoyo y dirección de Hizbullah y de Hamas, eso de forma conocida, y según la mayoría de los expertos, el temido e implacable Ministerio de Inteligencia iraní, fomenta el terrorismo en diferentes partes del mundo, Oriente Próximo, Oriente Medio, Asia Central, Sudeste Asiático, en el Cáucaso, en África e incluso en Iberoamérica, con la intención de perturbar a sus enemigos en sus regiones o en sus propias casas.

Hay que preguntarle a cierta izquierda en el mundo si no se sonrojan, aunque sea un poco, cuando alguno de sus iconos clásicos como Cuba, recientes como Venezuela o novísimos como Irán, figuran de manera destacada en la lista de países patrocinadores del terror. Frente a las constantes pruebas y evidencias, a cualquier otro se le caería la cara de vergüenza.


Gustavo de Arístegui. Diputado del PP y portavoz de Exteriores