Sevilla
Una testigo temió «que Marta no salió viva» tras buscarla en León XIII
La sexta jornada del juicio de «El Cuco», en la que testificaron amigos y personas que participaron en la búsqueda de Marta del Castillo la madrugada del 25 de enero de 2009, dibujó a un menor «obsesionado», «encaprichado» o «enamorado» de la víctima y puso de manifiesto «contradicciones» en la localización de Javier G. M. y en los testimonios de Francisco Javier Delgado y María García.
La madre de la mejor amiga de Marta, Susana García, manifestó ante el juez que llamó al hermano de Carcaño sobre las 4:00 horas del día de la desaparición y que el implicado le aseguró que «no conocía» a la joven y que hacía tiempo que «no sabía nada» de Carcaño.
Pasadas las 5:00, la madre de Alejandra se pasó por el domicilio de León XIII. Javier Delgado le abrió la puerta y la dejó pasar hasta el salón. «Olía a lejía y todo estaba ordenado», declaró, algo que le extrañó por la fama de «desastre» que tenía el piso. Miguel estaba en una habitación y dijo que estuvieron allí por la tarde recogiendo unos CD. Ambos se mostraron «tranquilos». El hermano del asesino confeso comentó que Marta estuvo allí por la tarde y se fue, contradiciendo su aseveración anterior de que no conocía a Marta. Carcaño aseguró que dejó a la menor en su barrio sobre las 21:30. Susana García pensó que «algo le había pasado a Marta», temiéndose «lo peor, que nunca salió viva», tras hablar con los implicados . «Al cuarto de hora» fue con Antonio del Castillo a poner una denuncia.
La madre de Alejandra lamentó «la maldita hora» en que Miguel –al que describió como «un tío extraño, inaccesible»–, Samuel y «El Cuco» «se agregaron» a la pandilla de Marta y Alejandra.
Dos amigos se acercaron a León XIII sobre las 2:15. Levantaron la persiana del salón, que estaba bajada, tanto como les fue posible y «todo estaba oscuro y en silencio». Entendieron que «no había nadie», lo que contradice la versión de María García de que estuvo estudiando desde la medianoche hasta la madrugada. El juez de Instrucción sitúa el traslado del cuerpo entre la 1:30 y las 2:00.
Dos amigos de Marta aseguraron que «El Cuco» estaba obsesionado con la chica. Otros dijeron que era muy atento con ella, que le debía gustar porque «iba casi todos los días a recogerla» y que Marta le protegía. Ese día, hasta las 18:30, Marta, Miguel, Samuel, «El Cuco» y otros amigos estuvieron juntos en una plaza de Santa María de Ordás. Marta se quedó con Miguel y «El Cuco», alegando que después iba «a ver el Cristo de las Tres Caídas».
La abogada de la familia, Inmaculada Torres, resaltó la paradoja de que «El Cuco», «siendo muy amigo de Marta, como dice, no se levantara para buscarla» la noche del crimen. Un testigo aseguró que llamó al menor sobre la 1:30 horas y respondió «adormilado».
«Inocente» aún, para su abogado
El abogado del menor, Fernando de Pablo, manifestó que «estoy viendo un juicio distinto al de la televisión». El letrado defendió que «El Cuco» no participó en la búsqueda porque «estaba dormido». «Ojalá apareciera el cuerpo, porque así no se sustentaría la acusación de violación», declaró. De Pablo cuestionó las palabras de los agentes que testificaron que «El Cuco» estuvo a punto de reconocer el crimen y de Miguel Carcaño. «Todavía no me han demostrado que no es inocente ni que estuvo allí», sentenció.
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