«Tantos madrugones pasan factura»

Su última novela «Dime quién soy» se ha convertido en un gran éxito de ventas, igual que ocurrió con las tres anteriores. ¿Dónde está el secreto?
-En los lectores. Ellos son los que deciden convertir un libro en un éxito. No hay campaña publicitaria, por buena que sea, comparable al boca a boca del público.
-«Dime quién soy» no tienen nada que ver con sus novelas anteriores. ¿Por qué?
-Porque quería poner un punto y aparte con respecto a los otros trabajos. Necesitaba seguir creciendo como novelista y sentí que debía empezar una nueva etapa.
-¿Más personal?
-Más personal y más compleja. Es una novela que tiene muchos personajes y que invita a la reflexión de nuestro pasado reciente. Cambiar de registro era dar un salto al vacío que no sabía cómo podría funcionar, pero que afortunadamente ha sido bien recibido por el público.
-Son más de mil páginas. ¿Qué rutina de trabajo sigue para escribir tanto?
-Primero pienso la novela, y cuando la tengo cerrada en la cabeza es cuando me siento en el ordenador. Yo nunca me marco escribir un determinado número de folios diarios, lo que sí hago es marcarme unas horas de trabajo.
-¿Cuántas?
-Cuando escribo me levanto muy temprano, a las cuatro menos cuarto, me ducho y me pongo al tema hasta las ocho de la mañana, luego vuelvo a echar otras cuatro horas por la tarde. Ahora bien, le aseguro que esta es la última novela en la que sigo esa disciplina de trabajo porque tantos madrugones pasan su factura física.
-¿Desayuna tan temprano?
-No. A esa hora sólo me entra un café. Desayuno cuando acabo, a las ocho y siempre lo mismo: zumo de naranja con cereales.
-¿Qué cuesta más trabajo escribir una novela o un libro de actualidad?
-Una novela. Un libro de actualidad no es más que la continuidad del trabajo periodístico, en la novela hay que inventar y cuesta más. Eso sí, también es más gratificante porque crear mundos y personajes es muy agradable.
-Tampoco los ingresos son los mismos
-Está claro. Yo he tenido mucha suerte con mis cuatro novelas y me siento una afortunada por la aceptación que han tenido.
-¿El próximo proyecto?
-Ya tengo la historia en la cabeza, pero hasta principios de año no pienso ponerme a escribirla. Ahora estoy de promoción por América latina y no tengo tiempo para nada.
-¿Qué opinaría la protagonista de su novela si viera que los críos se matan por saltar de balcón en balcón?
-Reflexionaría para saber qué es lo que lleva a un ser humano a cometer esa estupidez y siento calificarlo así.
-¿Será por la adicción que dicen genera la adrenalina?
-Lo que pienso es que los jóvenes de hoy viven demasiado deprisa. Cada vez tienen menos infancia y adolescencia y queman etapas a una gran velocidad, lo que hace que se aburran y busquen cosas de este tipo como estímulo. Hay jóvenes de 18 o 20 años que parecen viejos, están hastiados de todo y lo único que les motiva es el riesgo, buscar algo que se salga de lo habitual. Lo de la adrenalina no me lo creo.