Lima

Primavera al rojo vivo

Su elección para tres actos confirman a este color como talismán para Doña Letizia, que continúa reciclando su armario

la Princesa volvió a optar ayer por el color blanco con un traje sastre con camiseta color crema y un bolso a juego, durante la inauguración del XVI Congreso de Jóvenes Empresarios
la Princesa volvió a optar ayer por el color blanco con un traje sastre con camiseta color crema y un bolso a juego, durante la inauguración del XVI Congreso de Jóvenes Empresarioslarazon

Tras deslumbrar una vez más con un vestido «total red» en la cena de gala ofrecida a los príncipes Carlos y Camilla, la Princesa de Asturias parece tenerlo muy claro: el color rojo será su fetiche durante esta recién estrenada primavera. Quizá cuando llegue el verano y se encuentre disfrutando ya de sus días de vacaciones en Mallorca o cualquier otro destino secreto, Doña Letizia, a quien ya sabemos que le gusta seguir las tendencias, decida recurrir a otros tonos más «trendy», como los naranjas, fucsias o amarillos. Pero eso será, si acaso, en su círculo más personal y privado. Hasta entonces, ya ha encontrado su clave del éxito para los estilismos de la temporada. En apenas una semana, la Princesa ha vestido de rojo en tres ocasiones, con otros tantos estilos diferentes y opiniones unánimes: es un color que definitivamente le favorece.

En ella resulta alegre, femenino, sexy incluso, y, por supuesto, siempre elegante; basta recordar que el «rojo Valentino», color identificativo del genial creador italiano, ha pasado a la historia de la moda como símbolo de la elegancia. Si a este hecho le sumamos que es un tono con espíritu cien por cien español y que, por tanto, cada vez que lo luce lleva implícito este mensaje, ¿acaso puede existir una elección más acertada?


Grandes momentos
Pero hay más. De rojo, la Princesa disimula su delgadez, y de rojo también se siente cómoda, guapa y muy segura de sí misma. Incluso sabiendo que irremediablemente se convierte en centro de todas las miradas. Así ocurrió en su «debut» ante las casas reales europeas en la boda del príncipe Federico de Dinamarca, en mayo de 2004, cuando aún no se había casado con Don Felipe. La presencia de Doña Letizia dejó asombrados a los invitados gracias al fabuloso vestido de Lorenzo Caprile, aderezado con valiosísimas joyas cedidas por la Reina Doña Sofía y que la convirtieron en una de las invitadas más halagadas. Su look de aquella jornada pertenece ya a la lista de grandes momentos de la moda española.

Después se ha convertido en la perfecta «Lady in red» en numerosas ocasiones. Aunque quizás recordemos con especial cariño, por lo bellísima que estaba, la cena de gala ofrecida al presidente de Líbano en octubre de 2009, en la que lució precisamente el mismo vestido que llevó la noche del pasado miércoles junto a los príncipes de Gales. También llamó la atención el traje largo en terciopelo burdeos que lució en una recepción del cuerpo diplomático en enero de 2009 (y que volvió a lucir en la Pascua Militar de 2010) o el bellísimo y sofisticado vestido de Felipe Varela, con escote strapless, que la Princesa escogió la noche previa a la boda de Victoria de Suecia en junio del año pasado y que repitió en Lima (Perú), en noviembre.

Vemos, pues, que Doña Letizia no sólo lo tiene muy claro con respecto a su color talismán, sino que se siente segura con él y por eso lo repite tantas veces como le apetece, aun sabiendo que no pasa desapercibido. Al fin y al cabo, el concepto de austeridad y sobriedad ha sido desde siempre una de sus normas.

Letizia ha dado, por tanto, el pistoletazo de salida a la «primavera del ahorro». Desde el 21 de marzo de este año, los tres looks rojos de la Princesa han sido «repeticiones» y no por ello menos reconocidos y piropeados. Aparte del fabuloso vestido de gala, con cuerpo en guipur sin mangas y con flores superpuestas y fantástica falda de bámbula, estrenó la nueva temporada con un traje de falda y chaqueta, con camisa en raso color maquillaje y stilettos en piel grabada. Fue en la audiencia ofrecida a la presidenta de Irlanda, aunque ya lo había lucido anteriormente durante la entrega de premios Nacionales del Deporte en Mayo de 2010 y en otro acto oficial en Madrid en diciembre del 2009. ¿Una anécdota al respecto? La web de culto sobre moda, cotilleos y celebrities www.huffingtonpost.com ha declarado la imagen de la Princesa, junto a la de losReyes de España y la presidenta de Irlanda y su marido, como una de las más elegantes y coordinadas de la historia.


Los accesorios
Siguiendo con su guardarropa «al rojo vivo» de la semana, durante la visita que realizó junto a Camilla Parker a la ONCE el jueves 31, la Princesa repitió color y vestido: una pieza de manga francesa en rojo cereza que aderezó, con gran acierto, con un cinturón en piel marrón anudado (como marcan las tendencias para añadir un exquisito toque informal a cualquier look), cartera de mano de Adolfo Domínguez y mocasines con tacón, accesorios ideales para marcar el estilo lady del look. Curiosamente, este vestido también nos resultaba familiar, pues fue con el que acudió a la inauguración de la última edición de ARCO. En aquella ocasión, celebrada el pasado mes de febrero, sus accesorios, también un cinturón anudado y zapatos con plataforma, iban coordinados en tonos grises. Está claro: Doña Letizia se ha ganado su nuevo sobrenombre: «La Princesa de rojo».



Vuelta a sus clásicos
- Doña Letizia llevaba una época (todo el invierno) sin mucha decisión en el vestuario, aunque sí era el adecuado. La hemos visto de color gris demasiadas veces y con ropa muy ceñida. Con la llegada de la primavera y de la duquesa de Cornualles –que los dos días de visita en Madrid vistió de claro con conjuntos de chaqueta y falda–, la Princesa volvió a optar ayer por el color blanco con un traje sastre con camiseta color crema y un bolso a juego, durante la inauguración del XVI Congreso de Jóvenes Empresarios. El conjunto es muy parecido a aquel con el que posó en la pedida de mano en 2003, que era de Giorgio Armani.