Elecciones autonómicas

La brigada de la porra

La Razón
La RazónLa Razón

La brutal agresión sufrida por el consejero murciano de Cultura, Pedro Alberto Cruz, refleja el radicalismo que se ha instalado en un sector de la izquierda española. El PP gobierna esta comunidad desde hace muchos años con una mayoría abrumadora. No les gusta y hace unas semanas comenzó un acoso contra los altos cargos e incluso contra sus familiares, como la hija de Valcárcel. Al final, la banda de la porra se ha sacado la máscara y se ha puesto un puño americano para agredir a un político culto y dialogante. Este odio no es un caso aislado ya que el centro derecha lo ha sufrido desde los primeros años de la Transición. Es lo que sucedió tras el atentado del 11-M y la manipulación informativa para estigmatizar a los populares, insultarles y atacar sus sedes. Es un acoso habitual con insultos y pintadas. Es una izquierda que no respeta la voluntad de las urnas, al igual que nunca lo hizo el fascismo o el comunismo en los países que gobernó. Es un síntoma inquietante de la tensión que se vivirá hasta las elecciones generales.