Toledo

Zapatero arropado por sus más fieles ministros

Destacados miembros de los dos grandes partidos ensalzan la importancia de un debate entre ideologías tan opuestas

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ÁVILA- La decisión del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero de enfrentarse en un cara a cara con el cardenal Antonio Cañizares, a la sazón, uno de los grandes críticos que encontró el Gobierno del PSOE durante sus ocho años en el poder, no fue bien acogida en el seno del partido. Tal es así, que ayer en Ávila el ex presidente sólo contó con el respaldo en persona de miembros de su más entera confianza. Varios ministros del gabinete de Zapatero acudieron para arroparle como el ex ministro de Industria Miguel Sebastián, la ex ministra de Vivienda Beatriz Corredor o Ángel Gabilondo, ex titular de Educación. Pero también el ex presidente de la Generalitat José Montilla, el ex presidente del Congreso José Bono, el actual portavoz socialista en el Senado, Marcelino Iglesias, o Emiliano García-Page, actual alcalde de Toledo.

Ni rastro hubo, sin embargo, de algún miembro afín a Alfredo Rubalcaba. Fue la prueba más evidente de que en la actual cúpula socialista no ha sentado bien que Zapatero saliera de su retiro de la opinión pública para enfrentarse a Cañizares en un debate, aunque no fuera para dialogar de política, sino de humanismo. El propio Zapatero lo advirtió en su primera intervención: «Es un acto que será discutido, generará debate y algunas incomprensiones. Pero no pierdo mi espíritu optimista y hablo sólo de algunas incomprensiones», en clara alusión a los miembros de su partido que no han visto con buenos ojos que el ex presidente se prestara al acto.

Personas opuestas
Una opinión que no compartieron, sin embargo, los socialistas presentes en el debate, más si cabe tras la celebración del mismo y que coincidieron en que sirvió para sacar cosas positivas, pero sobre todo para enfatizar la importancia del diálogo, pese a estar protagonizado por personas tan opuestas. «Me ha gustado el debate porque ha sido entre dos personas con un planteamiento vital radicalmente distinto, que tienen puntos en común y en esencia están de acuerdo en unos valores fundamentales que se pueden aplicar a la vida y a la política», aseguró Beatriz Corredor. En este sentido, el actual portavoz socialista en el Senado, Marcelino Iglesias, calificó de «muy positivo» un debate entre dos protagonistas con «muchos puntos de encuentro respecto a las raíces europeas del humanismo, donde también hay una raíz que proviene del cristianismo». Y en la misma línea se refirió el ex ministro de Industria Miguel Sebastián, al afirmar que «se han acercado bastante y el tono ha sido gratificante en un país donde lamentablemente no estamos acostumbrados a que haya un diálogo profundo, con sosiego y tranquilidad, y lo necesitamos».

Del lado socialista no faltaron los elogios a la actitud del ex presidente durante el debate. «El presidente ha estado muy bien, entero, sabiendo perfectamente de lo que hablaba porque reflexiona muchísimo sobre ello», aseguró Corredor, que tampoco escatimó en alabar al cardenal Antonio Cañizares. «Me ha sorprendido gratamente el cardenal Cañizares porque estaba en un contexto distinto al habitual y por eso sorprende y llama más la atención», concluyó. Opinión que también compartió Emiliano García-Page. «He visto a Zapatero muy relajado, con ideas e intenciones sinceras», al mismo tiempo que incidió en la relación entre los dos protagonistas del día. «Tanto el cardenal Cañizares como Zapatero tienen una relación amable, sé que se hablan mucho, tienen bastante contacto personal» y han sido capaces de «convertir el diálogo en un método con conclusiones», porque «puede haber valores contradictorios, pero nos tenemos que quedar con aquéllos que compartimos y en este sentido, el cristianismo, es más, el hecho religioso y el humanismo en clave política, comparten la mayoría de los valores». Por su parte, Sebastián reconoció que Zapatero contribuyó con su intervención a «levantar un ánimo europeísta» que estaba «un poco decaído con todo lo que está pasando», mientras que Cañizares, subrayó, «ha dado una muestra de diálogo y de saber estar a la altura de las circunstancias».

Aunque destacados miembros socialistas como José Montilla, abucheado a la salida o Ángel Gabilondo prefirieron no opinar sobre el debate, a sabiendas de que no todos en el partido lo aprobaban, Beatriz Corredor incluso instó a otros niveles a practicar debates similares. «Estos debates se tendrían que hacer más a menudo para que la gente se acostumbre a pensar en cosas grandes», aseguró la ex titular de Vivienda.