Eurocopa

Buenos Aires

España gana con la cabeza

A España la cabeza le sirve para inventar fútbol del de entretener, del de convencer, por juego y por garra, no como aquel espectro mundialista que desapareció en Buenos Aires, y para marcar. Fernando Llorente, dos, y Silva remataron a Lituania con la testa. Los goles que pudieron ser con el pie los despejó la madera, la pierna de algún zaguero o el portero Karzemarskas

España gana con la cabeza
España gana con la cabezalarazon

Más de treinta veces llegó «La Roja» con peligro al área lituana y tardó 46 minutos en obtener recompensa. En dos oportunidades tiraron los bálticos a Casillas y empataron a uno. El sueño era ficticio porque los campeones del mundo, a fuerza de insistir, terminaron por imponerse sólo por 3-1.

La Selección, que tantas similitudes guarda con el Barça, jugó para golear y tardó hasta despertar cierta angustia. Parecía que el gol no iba a llegar y a Villa le sucedía lo que en su equipo: lo intenta, busca el gol de todas las maneras posibles y no le sale. La madera, un control demasiado largo o el zaguero de turno se cruzaban en su camino y eso le inunda de ansiedad y el conjunto lo acusa.

Pero España tiene recursos, aunque sin la puntería del «Guaje» y sin Xavi le cuesta más. Sin el pase interior, sin el último envío, sin el tiralíneas letal del «8», resulta más difícil sorprender. Sabe el adversario, Lituania u Holanda, Suiza o Chile, que a los españoles hay que jugarlos con nueve detrás del balón, colgados del larguero y uno en punta por si sonara la flauta.

Iniesta ocupó la demarcación de Xavi, protagonizó lances geniales, regates prodigiosos, pero no encontró los huecos que descubre su compañero antes de alzar la mirada. Como tampoco jugó Xabi Alonso, aquejado de anginas, Cazorla le suplió, estuvo acertado, como todos. Se trataba de cercar a Lituania. El dominio de España era del 75%, jugaba en campo contrario porque los lituanos no presionaban arriba y concentraban todas su energías en defender y salir al contragolpe a la velocidad del rayo. Sólo en el minuto 41 rozaron la gesta, cuando Puyol no cubrió el saque de una falta y Danilevicius probó a Casillas.

Una de Lituania

Una ocasión afortunada de Lituania por ocho claras de España. Villa, en busca del gol 44 para igualar a Raúl, jugaba pegado a la banda izquierda y estrelló dos veces la pelota en la madera. También Ramos cabeceó contra el poste, a Capdevila se le fue alto, y Silva, en tres oportunidades, rondó el tanto, que se fue por poco.

España era infinitamente superior, pero no podía descuidarse. Era dueña del balón, lo movía con soltura, embotellaba, pero necesitaba puntería, algo de fortuna y precisión en las inmediaciones del área lituana, más concurrida que el metro en hora punta. La Selección se empeñaba en jugar por bajo y tropezaba en un mar de piernas. No aprovechaba la altura de Fernando Llorente, por eso terminó el primer tiempo a cero. En el vestuario hubo un toque de atención y en lugar de cargar todo el juego por la banda de Capdevila y Villa, para aprovechar el filón del valencianista Stankevicius, en la reanudación la primera incursión fue por la derecha: centró milimétricamente Sergio Ramos y Llorente se elevó para hacer el primer gol de cabeza.

El 1-0 hacía justicia, pero no varió los planteamientos: España mantuvo la intensidad, siguió buscando el gol y se lo encontró Lituania, encomendada al contraataque. Un despiste defensivo, de Puyol que no tiró bien el fuera de juego, y de Ramos, descolocado, dejó solo a Sernas frente a Casillas, fusilado en la media noche.

El empate tuvo un efecto renovador porque sólo cinco minutos después Cazorla hizo una jugada de lujo en la banda derecha, centró al segundo palo y Llorente otra vez, alto, poderoso, inalcanzable, cabeceó para materializar el 2-1. España quería más. Podía conseguirlo porque Cazorla, Silva, Iniesta y Busquets combinaban en el centro a cien por hora y propiciaban nuevas ocasiones de gol. Villa acariciaba el tanto soñado, no lo conseguía y Del Bosque le relevó. Pablo Hernández entró por él y Aduriz por Llorente.

Con unos jugadores u otros, la Selección no cambia su manera de pensar y de jugar, y persigue el gol con tanto ahínco, aunque vaya ganando, que lo consigue. Volvió a centrar Sergio Ramos, más hábil en el campo, pese tener un tobillo maltrecho, que en la sala de prensa, y Silva cabeceó como si fuera Llorente y marcó el 3-1. Tardó 78 minutos España en cerrar el partido, en dar la puntilla a Lituania; por juego y ambición, hubiese merecido más goles.


Marca Cristiano y Portugal gana
Después de un empate en casa y una derrota, no había margen de error para Portugal, que cumplió ante Dinamarca (3-1). Nani marcó muy pronto los dos primeros goles y Cristiano Ronaldo cerró la cuenta casi al final. El gol danés lo hizo el también madridista Carvalho en propia portería. Alemania, por su parte, dejó clara su superioridad en el Grupo A con una contundente victoria ante Turquía (3-0). Un doblete de Klose se unió al tanto de Özil para aniquilar a los turcos. El mediapunta del Real Madrid terminó lesionado en un tobillo.

Holanda, vigente subcampeona del Mundo, es otra de las selecciones que va a certificar pronto su clasificación para la Eurocopa. Lidera el Grupo E con tres victorias en tres encuentros. Ayer venció a Moldavia con un tanto de Huntelaar. Italia también manda en su grupo, aunque sólo pudo empatar en el primer encuentro serio con el que se ha encontrado. Después de vencer a Estonia e Islas Feroe, ayer no pudo con la consistente defensa de Irlanda del Norte (0-0). Los estonios sorprendieron a Serbia en su casa (1-3).