Puede ser una valla publicitaria, un anuncio televisivo o la página de un periódico. En todos los soportes se detectan contenidos sexistas y vejatorios, o, directamente, una utilización ilícita del cuerpo de la mujer. Así lo afirma en su informe de 2009 el Observatorio de la Imagen de las Mujeres, dependiente del Instituto de la Mujer y perteneciente al Ministerio de Igualdad. LA RAZÓN ha tenido acceso a parte del contenido de este documento. En total, se registraron 353 denuncias, de las cuales 197 estaban ceñidas al campo de la publicidad. Y en un 25,2 por ciento de los casos, el tratamiento de la imagen de la mujer como objeto sexual es el criterio más denunciado. Competencia de Igualdad¿Ejemplos? «Si prometemos esta delantera en nuestro equipo le estaríamos mintiendo», reza el cartel de un equipo de fútbol oscense que animaba a los aficionados a hacerse socio con la imagen de un escote; «Touch me» («Tócame»), puede leerse en el anuncio de una empresa de cucharas trituradoras que se publicita junto a una mujer semidesnuda; «La albañilería que usted se merece», se leía en otro cartel en Málaga, acompañado de la imagen de otra mujer en pose erótica. Sin embargo, los anuncios de contactos de los periódicos no están incluidos en el observatorio, pues «es un tema que lo estudia el Ministerio de Igualdad» dentro del Plan Integral contra la Trata del pasado año. Con todo, los criterios del Instituto para avisar –que no obligar, al no tener potestad para ello – a los anunciantes para que retiren publicidades como las ya comentadas son los mismos que se pueden achacar a los anuncios de prostitución de los periódicos. Estas normas pueden resumirse en una: la ilegalidad. Desde el Instituto de la Mujer afirman que los instrumentos para denunciar los anuncios son principalmente la Ley de Publicidad, la Ley de Igualdad y la Ley de Comunicación Audiovisual. Así, el artículo 3 de la Ley de Publicidad considera «ilícita» la publicidad que «presente a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar». Subordinadas e inferioresDe hecho, el observatorio denuncia a los anuncios que sitúen «a las mujeres en posiciones de subordinación o inferioridad» y, sobre todo, que utilicen «a la mujer y su cuerpo reducido exclusivamente a un mero objeto sexual, pasivo y al servicio de la sexualidad y los deseos del hombre». Del mismo modo, también se persigue la publicidad que exhiba «imágenes del cuerpo femenino o partes del mismo como un recurso para captar la atención o como un adorno o reclamo». Un aspecto en el que los anuncios de contactos, que pueden leerse en buena parte de la prensa diaria, no sólo incurren, sino que superan con creces. Es más: recientes operaciones policiales, como la desarrollada la semana pasada en Madrid, dejan en evidencia la conexión entre las mafias y estos anuncios: una red, ya desmantelada, copaba el 50% de estos anuncios en prensa, en los que invertía 150.000 euros al mes. Fueron detenidas 105 personas –entre ellos Kas. S. A., un saudí considerado el «Padrino de la prostitución»– y liberadas 350 mujeres. La operación estaba enmarcada dentro del Plan contra la trata de seres humanos: luchar contra la implantación y desarrollo de organizaciones delictivas estructuradas para la explotación sexual y el aprovechamiento económico de las mujeres.