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La alegría de vivir de la era del jazz llega al Victoria con «Harlem swing»

La Razón
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BARCELONA- Antes de «Mamma Mia!» de Abba; décadas antes que el «We Will Rock You», de Queen; incluso antes de que naciera Mecano y su «Hoy no me puedo recordar», en Broadway decidieron coger las canciones de un único artista y crear un espectáculo alrededor de su música y lo que significaban esos temas. El montaje se llamaba «Ain't Misbehavin'» y el artista era uno de los pioneros del jazz, Fats Waller. El espectáculo arrolló en los premios Tony y en 1983 aterrizó con éxito en el Teatre Victoria.

Tres décadas después, el montaje regresa por todo lo alto al Victoria con el nombre de «Harlem Swing», pero tal y como fue ideado entonces. Con un elenco renovado, sigue transmitiendo el carácter pícaro y la alegría de vivir de unas canciones que todo el mundo ha escuchado un millón de veces, pero que pocos sabían situar. «Fats Waller vivió en el exceso, tenía muchos problemas, pero sabía como nadie hablar al hombre medio y reflejar sus deseos en las canciones», comentó ayer Kenny Green, director musical y pianista del espectáculo.

El espectáculo nos traslada al interior de un club de jazz de Harlem, en plena depresión, cuando un grupo de cinco actores y cantantes tratan de vivir sus vidas como pueden y pasar un buen rato mientras tanto. A través de 32 canciones, vemos como se enamoran locamente, se odian más locamente todavía y viven esa maravilla de saber estar en el sitio adecuado en el momento preciso. «El espectáculo es muy adecuado para estos tiempos, en que hay tantos problemas y una crisis económica tan grave. Es parecido a la época histórica que explica y el público podrá olvidar durante dos horas sus problemas y salir con una gran sonrisa en los labios», afirmó Mel Howard, productor del montaje.

El único que repite personaje es Doug Eskew, que interpreta al propio Waller, un hombre grande en todos los sentidos que llevó al jazz hacia una nueva era.