Un salesiano chino «número 2» vaticano para las misiones

Hon Tai-Fai sustituye al guineano Robert Sarah, recientemente nombrado cardenal y presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, el «ministerio de solidaridad» del Vaticano. Sarah también conocía el mundo comunista por haber sido obispo de Conakry llegando incluso a ser encarcelado por el régimen comunista local. El superior de Hon Tai-Fai y Prefecto de la Congregación es el cardenal indio Iván Dias, antiguo arzobispo de Bombay, a quien el Papa encargó este destino vaticano en mayo de 2006. Así, los dos mayores responsables de las misiones en el mundo vienen de Asia, el continente con menos porcentaje de cristianos.

El nombramiento llega en un momento de relaciones especialmente malas entre Pekín y la Iglesia y parece una mano tendida al régimen chino para mejorar la situación. Después de unos años de aparente distensión, el pasado 20 de diciembre ocho obispos chinos, técnicamente en comunión con Roma pero en la práctica obedientes a la Iglesia Patriótica china, ordenaron sin permiso papal a un nuevo obispo en Chengde (en Hebei, una región con bastantes católicos). Era la primera ordenación ilícita desde 2006, y un desafío a Roma, que en marzo había dado indicaciones a los obispos chinos de evitar participar en actos contrarios a la comunión con el Papa.

«El gobierno chino, que antes usaba amenazas y castigos, ahora ha mejorado sus métodos de persecución: dinero, coches, reformas en viviendas y honores, cargos en el Congreso del Pueblo, o en cuerpos asesores de distintos niveles, con comidas, desayunos, encuentros y todo eso», denunciaba en noviembre el cardenal emérito de Hong Kong, Joseph Zen Zekiun. En un análisis difundido por AsiaNews, el cardenal Zen sospechaba que las dificultades en las relaciones con el Gobierno comunista quizá no venían «de arriba» (de altos funcionarios gubernamentales) «sino de aquellos que con los años han ganado posiciones de poder y beneficios y no quieren que las cosas cambien» (clero acomodado, obediente a la Iglesia Patriótica, pero «que de vez en cuando gritan "viva el Papa"», según el cardenal).

Hon Tai-Fai sería para Roma un interlocutor directo con las autoridades chinas. Es sobre todo un académico pero ha sido superior regional de los salesianos y conoce la situación en China y Taiwán. Estos días la televisión china habla de la Navidad «de los cristianos» y de obras de caridad católicas del país, como Jinde Charities, que ha recogido 60.000 euros para huérfanos y ancianos. Tai-Fai es otro signo de buena voluntad desde Roma.


El obispo Tong, con el Nobel preso Xiaobo
John Tong, que desde 2008 es el obispo de los 350.000 católicos de Hong Kong, comparó en su mensaje de Navidad a la estrella de los Reyes Magos con «Liu Xiaobo, que se encuentra en prisión por promover los derechos humanos, y Zhao Lianhai, por descubrir la verdad acerca del escándalo de la leche contaminada». Aprovechando que en Hong Kong hay más libertad de expresión que en el resto de China, el obispo pidió oraciones por «el clero de la iglesia en la clandestinidad, que se encuentra en prisión por defender la libertad religiosa, así como por el de la iglesia oficial, que ha sido obligado a participar en ordenaciones episcopales ilegítimas y asistir a la VIII Asamblea de Representantes Católicos», un encuentro de clero bajo control gubernamental.