Nueva York

Una exposición en Nueva York exhibe dos cubiertos de Hitler

Dos cubiertos que pertenecieron a Adolf Hitler, la palanca con la que se accionó el primer metro de Nueva York o un trofeo aeronáutico son algunos de los 150 objetos en plata que desde hoy pueden verse en una exhibición en la Gran Manzana que cuenta la historia de la ciudad a través de ese preciado metal.

La exposición pretende "explorar la historia de la ciudad desde el siglo XVII hasta el siglo XX, a través de objetos en plata que estuvieron ligados de algún modo con sus habitantes y que ayudan a entender cómo eran sus vidas", afirmó hoy a Ef Margaret Hofer, e la comisaria de la muestra organizada por la Historical Society.

Bajo el título "Cuatro siglos de plata en Nueva York", los 150 objetos son un vivo ejemplo de la riqueza de la ciudad de los rascacielos "en sus épocas de mayor esplendor", según Hofer, quien destacó también que muestran la multiculturalidad de la sociedad neoyorquina y la fuerte influencia europea entre sus habitantes.

Dos de las piezas más destacadas de la colección son un cuchillo y un tenedor de plata que pertenecieron a Hitler, y que formaron parte del botín de guerra que los soldados estadounidenses reunieron en su vivienda de verano de los Alpes Bávaros al finalizar la Segunda Guerra Mundial.

Los cubiertos, grabados con las iniciales AH y los símbolos del Tercer Reich, integraban un servicio de cena elaborado en 1939 con motivo del cincuenta cumpleaños del dictador, y fueron entregados por uno de los soldados que los encontró al financiero alemán y judío Carl Loeb, quien hizo fortuna en Wall Street.

Tiempo después Loeb donó los dos cubiertos a la Historical Society, una de las instituciones culturales de mayor renombre de Nueva York, donde han permanecido guardados durante 66 años en su sede del barrio del Upper West Side.

"Son un símbolo del triunfo de los aliados sobre la tiranía", indicó Hofer, quien reconoció que el cuchillo y el tenedor podrían "causar polémica"pero creen que la historia debe ser contada, "aunque no siempre sea alegre o bonita", y estas piezas "encajaban con el espíritu del resto de la exposición".

Otro de los objetos más curiosos es la palanca con la que, en 1904, el por entonces alcalde de la Gran Manzana, George McClellan, accionó el primer metro neoyorquino en su viaje inaugural.
Asimismo, en la muestra sobresale un trofeo aeronáutico de 1907 que se concedió a un piloto por realizar un vuelo entre Missouri y Quebec en un tiempo récord: dos días de viaje en los que cubrió una distancia de 1.880 kilómetros.

Otras piezas de uso doméstico como bandejas, tazas, alhajas, platos para el helado de la emblemática Tiffany & Co o cigarreras completan la exhibición, que permanecerá abierta hasta el 2 de septiembre, y dan testimonio de la vida cotidiana y los lujos de los neoyorquinos más acomodados.

"Pero también hay objetos que no son de plata de ley, sino que sólo están chapados en este metal, que constituyó una importante industria a finales del siglo XIX y que, por tanto, eran más baratos, permitiendo así a la clase media disponer de un elegante servicio de mesa", concluyó Hofer.