Aznar pide el voto masivo para la «Revolución de la Normalidad»

MÁLAGA- Mariano Rajoy cedió ayer al ex presidente del Gobierno José María Aznar el protagonismo de la primera jornada de la convención organizada como escaparate de su alternativa. Casi dos años han pasado desde la Convención de Barcelona, a la que Aznar ni siquiera fue porque su partido no cayó en reservar un hueco en el programa para que en algún momento tomara la palabra. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, tanto como para que al cobijo del viento favorable ya no haya debates sobre el viejo y el nuevo PP, hay un PP, o como para que en las palabras del ex presidente no se busque en la letra pequeña posibles mensajes dirigidos a la dirección.

Ayer el discurso de Aznar fue muy claro tanto en la forma como en el contenido. Era el discurso para un partido que se ve en La Moncloa y al que le preocupa más cómo gestionar la victoria que le anticipan sonoramente todas las encuestas que apurar la recta final hasta las urnas.
Para este marco, el argumentario que desplegó Aznar fue exquisitamente medido, sin matices que pudieran colocar en una posición incómoda a Rajoy y con un explícito y contundente mensaje de apoyo al candidato a la Presidencia del Gobierno –«Ha llegado el tiempo de Mariano Rajoy», dijo–. De él elogió su «serenidad, seriedad, experiencia y buen sentido» e instó al PP a trabajar para asegurarle en las urnas un «mandato claro», es decir, la mayoría absoluta, que le permita poner en marcha las «reformas necesarias».

Dentro de ese guión vestido de corrección política en clave interna, Aznar también evitó hacer de precursor en el contenido de las reformas que deberá implantar su partido desde La Moncloa. Pero bajo el paraguas de la «Revolución de la Normalidad», que cree que el PP debe poner inmediatamente en marcha, sí colocó principios doctrinales generales como el de no gastar más de lo que se ingresa, que los padres se ocupen de la educación de sus hijos, que se proteja el valor de la vida humana, que se aliente la iniciativa, que se cumplan los compromisos, que se defienda la Historia de tu país, que se cuente con todos, que se cuide la lengua común, que se trabaje por la derrota de los terroristas y que los delincuentes cumplan sus condenas.

Su verbo más aspero lo reservó para criticar al PSOE por haber dejado «una ruina económica y social como nunca ha habido antes». Según sus palabras, los socialistas con José Luis Rodríguez Zapatero al frente «han burlado la Constitución», han gastado dinero «sin freno» en «ocurrencias» y han creado cinco millones de parados, informa Efe.

Acusa a Zapatero de «suplicar» a ETA «algún gesto»
- José María Aznar acusó al Gobierno socialista de tratar a los terroristas como hombres de paz y de pensar que lo mejor para el desgaste del entorno etarra es darle la razón. Critió duramente al PSOE por «suplicar cada día a ETA que haga algún gesto para llevarlo al próximo mitin y justificar la colección de cesiones que se le están regalando». «Derrotar a ETA significa no convertir a Bildu en los hombres de paz del momento porque no lo son», defendió. Como es habitual, recordó a las víctimas del terrorismo, especialmente a José María Martín Carpena, asesinado en Málaga hace once años.