Parados de larga duración

Los sindicatos irán a la huelga general si Zapatero impone una reforma «lesiva»

Las centrales desean sellar un pacto laboral, aunque no ocultan las diferencias que le separan de la CEOE.

.- El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo (d), acompañado de otros miembros del Consejo Confederal del sindicato
.- El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo (d), acompañado de otros miembros del Consejo Confederal del sindicatolarazon

Los sindicatos mayoritarios convocarán una huelga general si el Gobierno impone una reforma del mercado de trabajo «lesiva» para los intereses de los trabajadores, si, al final, los agentes sociales no cierran un acuerdo. Así lo decidieron ayer el comité confederal de UGT y el consejo confederal de Comisiones. Las centrales hicieron coincidir las reuniones de sus máximos órganos entre congresos, algo poco habitual, para lanzar un aviso a navegantes: «Daremos cumplida respuesta al plan de ajuste y a una reforma laboral lesiva» impuesta por el Ejecutivo. Eso sí, matizaron su amenaza de paro general. Sólo lo convocarán si el «decretazo» menoscaba los derechos de los empleados, al generalizar el abaratamiento del coste del despido de 45 a 33 días por año trabajado. De esta manera, se curaron en salud ante un eventual fracaso del diálogo social, después de cuatro meses de intensas y discretas negociaciones. Pese a ello, expresaron su voluntad de llegar a un consenso. «Hoy el acuerdo es más necesario que hace dos meses. De ahí que vayamos a redoblar nuestros esfuerzos para alcanzarlo», aseguró el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo. No obstante, su homólogo en UGT, Cándido Méndez, advirtió de un incremento de las dificultades en las últimas semanas, como consencuencia del mayor recorte social de la historia. No obstante, los sindicatos solicitaron ayer al Gobierno que vuelva a la mesa del diálogo social para limar asperezas. Se trata de sondear con el Ejecutivo la posibilidad de desarrollar legalmente algunas cuestiones de la reforma.Mientras, el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no descarta recibir de nuevo en La Moncloa a los líderes sindicales y empresariales para impulsar el acuerdo laboral y evitar, así, tener que imponer vía decreto los cambios del mercado de trabajo, demandados por el Ecofin. Aunque, por el momento, no han recibido esta invitación, los secretarios generales se opusieron ayer a repetir la cena de julio pasado en La Moncloa, preludio del fin de la concertación social por aquellas fechas.Con o sin acuerdo, el Gobierno se ha dado de tiempo límite para aprobar la reforma laboral el próximo 11 de junio. Si no hay fumata blanca, baraja la inclusión de nuevas medidas en su «decretazo», además de las recogidas por el Ministerio de Trabajo en el documento que entregó a los agentes sociales el pasado 12 de abril. Entre las nuevas medidas, estudia un recorte de las prestaciones por desempleo.