Castilla y León

El paro en la Comunidad alcanza a uno de cada tres trabajadores inmigrantes

La Comunidad registra 36.500 parados extranjeros, 2,5 veces más que hace dos años al inicio de la crisis.

Los inmigrantes con más necesidades económicas tienen que acudir a hogares de acogida, como en Burgos
Los inmigrantes con más necesidades económicas tienen que acudir a hogares de acogida, como en Burgoslarazon

Valladolid- Uno de cada tres trabajadores inmigrantes que residen en Castilla y León se encuentra en paro, con una tasa de desempleo del 34,72 por ciento y que supera el doble de este mismo indicador relativo a la población española de la región, que en el primer trimestre se situó en el 14 por ciento, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Entre ambos propician que la región cuente con 185.900 parados totales, el 15,86 por ciento de los 1,17 millones de activos, frente a los 4,6 millones de parados de España, el 20,05 por ciento.Así, de los 105.200 activos extranjeros (población entre 16 y 65 años) registrados en la Comunidad Autónoma entre enero y marzo, 36.500 no tienen trabajo y están apuntados en las listas del Servicio Público de Empleo (Sepe), mientras que en España la tasa de paro entre la población inmigrante se situó en el 30,79 por ciento, hasta los 1,1 millones de parados, es decir, cuatro puntos menos que la regional. Esta tercera parte de foráneos parados en la Comunidad contrasta con el dato de españoles residentes en Castilla y León, cuya población activa representa en la actualidad a 1,06 millones de personas, de los cuales una séptima parte estaba en el paro, casi 150.000, informa Ical.Además, otro dato que se observa en el estudio laboral de la población inmigrante es que la crisis les ha afectado en mayor medida que a los españoles. Aumento por la crisisDe hecho, en los últimos dos años, desde el primer trimestre de 2008, aproximadamente al inicio de la difícil situación económica actual, el número de parados extranjeros se multiplicó por 2,5 veces, ya que en aquel momento la cifra ascendía a 15.500, con un 17,01 por ciento de tasa de paro, si bien es cierto que la población activa inmigrante también era menor a la actual, de algo más de 91.000. En el conjunto del país, la evolución ha sido proporcional a la de Castilla y León, y es que la tasa de desempleo entre los inmigrantes pasó del 14,65 por ciento del primer trimestre de 2008 al 30,79 actual.