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Murcia

OPINIÓN: Boquitas pintadas

La Razón
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Si la mañana que se marchó De la Vega la dejan expresarse a calzón de Armani quitado, Zapatero habría alucinado más que un pastillero en un after. Menos mal que alguien le advirtió un rato antes de que no abriera mucho el pico, porque más de uno habría pillado rasca. A algunos ministros les ha sentado como un tiro en la rodilla levantar el culo del asiento. Menos al bueno de Celestino Corbacho, que se va a llevar una paguita de por vida, gentileza de los parados que se deja en la puerta del INEM. Vamos, que si otro hace lo de Celestino en el Gobierno, habría rechazado la pensión por dignidad, decencia y por no levantarse cada madrugada empapado en sudor por el peso del edredón de la conciencia. Y, sin embargo otros, como el –así lo llama el gran Herrera- gordito feliz de Exteriores, se pone como una plañidera marroquí al decirle adiós a los bedeles y auxiliares administrativos de su edificio. Pero, Miguel Angel, que te queda mucho por disfrutar, alma de cántaro. Imaginate con un turbante de esos que te pones en Afganistán, recibiendo de manos de cualquier talibanazo el kalashnikov de honor por el rato de alianza que te echaste. ¿Y la nevera subvencionada que te va a poner Chávez en tu nueva casa?¿Y los Romeo y Julieta que te vas a fumar por haberte puesto de perfil con los disidentes cubanos?. Vamos, Miguel, ánimo, amigo, que siempre puedes sentarte a tomar el té en la jaima de tu colega marroquí para hablar de lo bien que le va al Sahara y lo bien que le va a ir en el futuro. Tras las lágrimas y la tontería, lo que ha quedado claro es que hemos visto el final del talante. Rubalcaba toma el mando, como cuando justificó el GAL gobernando González. Entonces fue el final de Felipe. ¿Será el fin de Zapatero?. Que haya alivio y sálvese el que pueda.