El Lliure pinta la ira independentista

BARCELONA- El giro independentista de la política catalana salta al escenario con «Pàtria», obra que convierte la máxima «la realidad supera a la ficción» en una obviedad indecente. Un periodista, con un programa de entrevistas en televisión, se convierte por azar en la carismática figura que ha de liderar a los independentistas catalanes a sus deseos soberanistas. Empujado por las masas embravecidas, decide embarcarse en un proyecto político y se convierte en la cara de las ansias independentistas.

A dos días de las elecciones, las encuestas le otorgan ventaja sobre el resto de candidatos. Sin embargo, y ante el horror de las personas que tiene a su alrededor, desaparece misteriosamente. Es entonces cuando empiezan las suspicacias, ¿a quién le interesa más su desaparición? A los defensores de la unidad; a su rival, vicepresidente y conseller de Interior del actual Govern; a él mismo, incapaz de sobrellevar lo que le viene encima; o a sus seguidores, encantados de crear la figura de un mártir.

Casualidades bárbaras
El Festival Temporada Alta estrena mañana esta obra escrita y dirigida por Jordi Casanovas, que llegará al Teatre Lliure a partir del 18 de octubre. «Cuando explicaba esta obra hace un año, la gente se reía de mí. Ahora todo se ha alineado para hacerla más actual. A veces cogíamos el periódico y no nos podíamos creer que pasasen cosas que nosotros estábamos ensayando», afirmó ayer Casanovas.

El montaje está protagonizado por Francesc Orella en el papel de periodista convertido de la noche a la mañana en líder político. Junto a él, Àlex Casanovas, Fermí Reixach, Lluïsa Castell, Marcel Borràs y Rosa Vila indagan en los conflictos morales y fantasmas interiores que asolan a todas aquellas personas que pretenden convertirse en la encarnación de una idea o sentimiento. ¿Qué pasa si la imagen no es lo que parece? ¿Puede desacreditar a las ideas que ha decidido encarnar? «Mi intención era reflexionar sobre el por qué del independentismo catalán y dar voz al actual descrédito de la política, donde todos parecen buscar candidatos fuera de los partidos, gente carismática como Guardiola,por ejemplo», señaló Casanovas.

El autor insiste en que las claves políticas de la obra sólo son el adorno donde presentar el drama de unos personajes empujados al límite. «En el fondo, es una reflexión sobre la identidad, tanto a nivel político como personal, y eso es lo que hacía interesante al personaje», afirmó Orella. Con esta obra, Casanovas continúa su trilogía sobre Cataluña que empezó con «Una història catalana» y que continuará con un montaje dedicado a la familia.