Ni pagó el café que le delató

MADRID- Llegó a las mueve y media de la mañana del 8 de febrero de 2003 al bar «Daytona» de Andoain (Guipúzcoa) y se sentó en un taburete de la barra. Allí pidió un café con leche que ni siquiera se tomó la molestia de pagar. El presunto asesino del jefe de la Policía Municipal de esa localidad Joseba Pagazaurtundua, Gurutz Agirresarobe, tenía otras cosas de la que estar pendiente y no de abonar una simple consumición. Sin embargo, ese café que no pagó le puede salir muy caro, ya que las pruebas de ADN obtenidas de la taza han sido decisivas para implicarle directamente en el asesinato de Pagazaurtundua. Con ese café permaneció hasta que poco antes de las diez de la mañana vio sentado en una mesa a su objetivo. Se levantó del taburete y le descerrajó cuatro tiros que acabaron con su vida.
Desde entonces no se le conocen otras actividades dentro de ETA. Sin embargo, no tenía reparos en colaborar en otros aspectos relevantes para la banda terrorista. Así, el día que fue detenido, el pasado martes, tenía en su poder 6.000 euros recaudados en una «txozna» de apoyo a los presos etarras colocada en las últimas fiestas de Hernani, destinado a los presos de ETA y a sus familiares.
También el testimonio de su ex novia e igualmente detenida por estos hechos, Aitiziber Ezkerra ha sido valorado por el juez Marlaska como un elemento «corroborador» de los indicios existentes contra Agirresorabe. En su testimonio no tuvo reparos en confesar que a finales de 2003, su ex compañero sentimental le manifestó que estuvo «relacionado» con ETA y de los «problemas» que tuvo con la banda, ya que «para continuar» en la organización terrorista «le
exigían que se convirtiera en "liberado", dejando de ser "legal", a lo cual se negaba». Una confesión importante, toda vez que mantienen a día de hoy una relación «de amistad».